La moda de las Bodas Reales

Quizá no todos podemos asistir como invitados a estas grandes celebraciones, pero nunca se sabe las sorpresas que da la vida. Así que lee con atención todo lo que hay que saber sobre el protocolo y las normas para asistir a una Boda Real. El enlace reciente del Príncipe Guillermo y Kate Middleton, así como el de Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock nos lo confirman.



El deber ser

• La elección de la fecha de la boda es casi lo más complejo de todo. No tiene que coincidir con ningún gran acontecimiento nacional ni internacional.
• Las invitaciones deben mandarse con un mínimo de 45 días de antelación para que los invitados tengan tiempo de organizar sus agendas y confirmar su asistencia.
• En la invitación suele estar indicado el código de vestuario que hay que seguir.

Como las Bodas Reales suelen ser de mañana, a continuación describimos el tipo de vestuario que se debe llevar:

• Las damas deben ir de corto hasta la rodilla, un poco por debajo.
• Hay que evitar de escotes muy pronunciados y llevar tirantes finos o brazos al descubierto durante la ceremonia.
• Se puede llevar tocado o pamela teniendo en cuenta que no sean complicadas de llevar, ya que no pueden quitárselas en ningún momento. Es mejor reservar la mantilla para la madrina.
• Es recomendable no llevar chal. El bolso debe ser pequeño y a juego con los zapatos, y nunca se dejará sobre la mesa.
• Nadie puede llamar la atención más que la novia, así que hay que evitar los colores blanco y negro en el vestuario.
• El cabello es mejor llevarlo recogido, si lo tienes largo y el maquillaje suave y natural. Las joyas no deben ser ostentosas.
• Las Casas Reales suelen colocar a disposición maquilladores y peluqueros al servicio de las invitadas a la boda.
• Para los caballeros, chaqué negro o gris o uniforme, si fuera el caso.
• Los invitados tienen que esperar dentro de la iglesia donde tendrán su sitio reservado.
• En el banquete, el menú suele estar compuesto de productos nacionales, pero siempre se tienen en cuenta las necesidades especiales de algunos invitados por cuestiones de salud o creencias.
• En la mesa hay que respetar estrictamente el protocolo y no sacar temas de conversación que puedan incomodar a los que nos rodean.