Estuvimos mirando varias empresas de catering, nos reunimos con cinco de ellas y finalmente nos decidimos por ISABEL CARO dada su amabilidad y la facilidad que nos ponían para las ideas y sugerencias que queríamos introducir en la fiesta con respecto a la comida y la bebida.

La prueba de comida estuvo bien, elegimos los platos que quisimos y optamos por un banquete con PUESTOS DE COMIDA, que se acoplaba mejor a nuestra idea.

Ya digo: fue un placer absoluto trabajar con ellos hasta entonces.

Lo triste es que de lo que nos dijeron a lo que hicieron en la boda (y posteriormente) ha habido una diferencia abismal. Tanto profesionalmente como en su trato personal hacia nosotros.

No me voy a extender en cada pormenor, porque hay miles, sino que os cuento las cosas más gordas que nos hicieron a nosotros para que no os pase lo mismo en vuestra boda.

* Los mejores aperitivos del Cocktail (pimientos rellenos y turnedó) directamente no salieron.

* No llevaron la bebida del novio pese a que se les había reiterado por mail varias veces y nos habían dado el OK. Falta absoluta de consideración y de atención el hecho de que no pudiera beber en mi boda lo que me gusta.

* Se les acabó la bebida (de todo, incluso refrescos, salvo el whisky) cuando faltaban más de tres horas de barra libre. De hecho tuve que sacar botellas y refrescos que habíamos comprado mi mujer y yo porque si no allí no bebe nadie.

* SE OLVIDARON UNO DE LOS PUESTOS DE COMIDA!!!!!!! Por increíble que parezca olvidaron uno de los cuatro puestos de comida que habíamos contratado con los platos principales. Contratamos puesto de Cocido madrileño, Puesto de risotto, puesto de pasta con cigalas y boletus y puesto de carrilleras. Pues bien, el puesto de pasta no lo montaron ni sacaron, evidentemente, la pasta rellena. Increíble.

* La celebración era en una finca de uso privado y el domingo queríamos comer allí también. La pena fue que, pese a haberlo contratado y que nos dijeran expresamente que la comida que sobrara nos la dejarían para el día siguiente… cuando nos levantamos vimos que no habían dejado ni siquiera una barra de pan…con la cantidad de comida que sobró. Tuvimos que mandar a sus casas a todos los amigos que se quedaron a comer.

* La recena fueron dos bandejas de canapés y una de empanada. Realmente penoso. No sé si es que esperaban que ya no estuviéramos atentos o algo así pero la mayoría de invitados no pudieron picar nada durante la barra libre. Pese a que nos habían dicho que saldría una buena recena y además sacarían cosas que habían sobrado a mediodía. Pues ni lo uno ni lo otro.

* NADIE del catering nos dijo absolutamente nada de los problemas durante la celebración. El maitre estaba escondido y no salió nada más que a despedirse. Los únicos que daban la cara fueron los camareros, que me instaban a reclamar al catering por la evidente falta de organización.

Ya digo que podría continuar diciendo fallos durante un buen rato pero creo que los que he enumerado son los principales y con los que os podéis hacer una idea de nuestra experiencia. Además si los sigo recordando al final me enfado y me disgusto de nuevo. Que ya suficiente disgusto tuvimos.

Para poner la guinda, cuando comentamos todos estos fallos después de la boda nos dijeron textualmente (y lo tengo guardado en wassap) que “era nuestra palabra contra la suya”. Hay que ser muy poco profesional y muy miserable para decir eso.

No sé por qué fuimos merecedores de este trato tan terrible. Ningún “jefe” o “directivo” se ha puesto en contacto con nosotros después de todo esto. Lo que sí hicieron fue llamar para reclamar 300 euros de un alquiler de sombrillas que, evidentemente no les pagamos.

Tras muchos meses esperando unas palabras por parte del catering hemos tenido que acabar poniendo este comentario. Parece un catering que funcionaba mejor antaño pero que ahora está en manos poco profesionales.

Que tengáis suerte en vuestra elección y FELIZ BODA!