Finca situada en medio de campos de trigo, en el corazón de Osona, rodeada por bosques de pinos, encinas y robles, algunos de ellos centenarios, con bellas vistas de los Pirineos nevados en invierno.

Se trata de un caserío cargado de historia, ya que posee una iglesia del s. XVII muy bien conservada y con culto, donde se pueden celebrar ceremonias religiosas. Además, la finca cuenta con una construcción con 3 habitaciones dobles y una suite para los novios, jardines con vistas a los Pirineos, una balsa con fuente de la que brota agua completamente pura y natural, un bosque privado, amplias zonas de césped donde poder colocar carpas y pérgolas para la celebración de una ceremonia al aire libre, una piscina donde relajarse y refrescarse, aparcamiento y un total de 200 hectáreas de terreno.

Su cocina es mediterránea tradicional, pero se aseguran de ofrecer un menú completamente personalizado a la pareja según sus gustos y su presupuesto.

Sin duda un lugar de ensueño donde poder disfrutar de la naturaleza y de vuestros seres queridos en el mejor día de vuestra vida.