El día de tu boda, un día especial en el que fluyen sentimientos, emociones, alegría, nervios... un día en el que has volcado tanto esfuerzo, tantas horas, tantas ilusiones. Mis reportajes de boda intentan ser también especiales... no realizo reportajes al uso, sinó que vuelco toda mi creatividad en reflejar esos momentos escondidos, esas emociones que salen a la luz, en captar esos instantes inolvidables. En cada reportaje incluyo una sesión previa para conoceros, para que la relación entre fotógrafo y novios se estreche y se forme un lazo de unión que aporte confianza y un cierto grado de complicidad. No quiero ser un desconocido que llega y os hace unos fríos y vacíos posados, quiero sentirme parte de vuestras emociones, sólo así se consigue algo realmente especial, que unido a mi contínua búsqueda de esos instantes resulte en fotografías también especiales. Creo firmemente que el día de la boda no es sólo el "Si quiero", por ello intento ser vuestra sombra desde que os levantáis hasta que os retiráis. Siempre en segundo plano, en mi obra prima una mezcla de creatividad con espontaneidad. Momentos tan emotivos como la sesión de peluquería, la preparación, la posterior fiesta los considero tan importantes como la propia ceremonia en sí. También soy consciente que ese día es vuestro, para vosotros enteramente, por eso rehuyo de sesiones de posado a menos que me lo pidáis expresamente, no robo el valioso tiempo de un día fugaz e intenso que os pertenece, vosotros sois los protagonistas y sólo vosotros sois los que teneis que disfrutar de cada segundo. Mi cometido lo tengo claro: prolongar esa felicidad plasmando en fotografías esos fugaces pero intensos momentos.