La nueva colección de Inmaculada García deja evidente su sello personal tanto en el tratamiento que da a las texturas, como a la construcción de las prendas que dan paso a unos volúmenes y a un diseño totalmente distinto, que desemboca en una fantasía desbordante que hace que las novias sean diferentes a la novia convencional.
Desde que empezó a diseñar vestidos de novia siempre se ha atrevido a crear diseños que potencien la excelencia de la mujer, buscando constantemente trazos que la hagan sentirse cómoda y ser ella misma. Lo más destacable de sus diseños es el mimo con que elabora cada vestido, que lo convierte en una pequeña obra de arte, como si fuese un lienzo que está a punto de hacer realidad la ilusión que toda mujer sueña en su vida, el gran día del ”Si quiero”. Asimismo, ha creado una nueva colección de trajes de fiesta y ceremonia que está concebida en dos líneas, una elegante y retro ceñida al cuerpo de la mujer y otra más sobria y vaporosa, que responde a una necesidad que existía en el sector, que era la de vestir a las mamás y a las amigas de la novia con un aire fresco y renovador.