Encerrados en el baño

Hoy no vengo a hacer una pregunta, hoy vengo a contar una anécdota para que tengáis cuidado con lo que hacéis. Todas tenemos claro que, aunque la boda es maravillosa y siempre estará en nuestros corazones, la mejor experiencia es la que viene después: la luna de miel. Pues bien, mi marido y yo alquilamos una casa rural en Valencia para nosotros solos. Una casa preciosa, robusta y bastante antigua que nos encantó desde el primer momento. El caso es que nos quedábamos ahí una semana enterita. En una de esas, mientras nos estábamos duchando una mañana, la puerta del baño se quedó totalmente atrancada y nos pegamos la sorpresa nada más salir. Afortunadamente aquí encontramos a alguien que pudiese ayudarnos, porque era el típico baño sin ventanas y nos estábamos agobiando de lo lindo, porque la puerta no había forma de abrirla y evidentemente tampoco íbamos a romperla porque la casa no era nuestra (y nos costó lo nuestro). Pasar la luna de miel en una casa rural los dos solos fue maravilloso, pero si os lo estáis planteando tenerlo en cuenta: cuidado con las puertas de campo!