Amor inteligente
La importancia de la comunicación en la pareja es un factor de vital importancia de cara al éxito matrimonial. Y no hay que ser psicólogo o consejero matrimonial para conocer del tema, sus teorías y puesta en práctica. Más allá de ello, la herramienta se complementa con muchos otros valores y actitudes vitales para que la relación fluya y la armonía flote en cada rincón del nuevo hogar. Empieza la convivencia como marido y mujer.
• Respeto mutuo. Implica tener consideración y amabilidad, atender a la pareja y cuidar el lenguaje al comunicarse. Se trata de aceptar al cónyuge tal y como es, sin críticas destructivas ni demasiadas quejas. Nadie cambia después del matrimonio, el proceso de negociación es permanente: hoy cede uno, mañana el otro.
• Compromiso. Es importante respetar los acuerdos hechos al expresar el “sí quiero”. Ser consecuente con nuestras actuaciones.
• Mucha paciencia. Es un don que hay que cultivar mucho, aunque sabemos que a veces cuesta. Los expertos afirman que es la base del crecimiento personal y de pareja. Respirar profundo antes de responder de manera impulsiva y evitar irritarse ante las debilidades y coyunturas. En lo bueno y en los malo allí juntos.
• Ayuda mutua. La importancia de estar dispuestos a cooperar en todo tipo de actividades y necesidades. Un nuevo camino que emprender juntos. Ciertamente, a través de la ayuda la pareja es posible complementarse.
• La fidelidad. Aunque es un tema hoy tan cuestionado, la fidelidad es una decisión. El respeto mutuo y la dedicación suficiente para vivir en pareja son vitales.
• Hacer el amor. El acto sexual debe ser considerado como una manifestación de amor, cariño y respeto. Eso no significa dejar la pasión y la chispa a un lado.
• Humildad. Valor fundamental a la hora de reconocer los hechos. Hay que recordar que los gestos más sencillos de humildad son claves para un matrimonio feliz.
• Yo, confío, tú confías. La confianza absoluta y la complicidad de los buenos amigos para alcanzar la armonía. Es importante aclarar todas las dudas, antes de comenzar a discutir y generar rencores y evitar resentimientos.
• Seres libres unidos en amor. Los espacios de cada quien es importante para preservar cierta intimidad y evitar sentir ahogos. Crecer como seres humanos en la misma dirección es el camino a seguir, pero no por eso hay que estar todo el rato unidos como un chicle.
• Responsabilidad. El principio va más allá de asumir las labores en el hogar, con la pareja, además de cubrir las necesidades materiales del matrimonio en general.