Bye bye Galliano
El diseñador se despide de Dior en la fashion week de París
Celebra la pasión en pareja
La rutina diaria no debe hacer mella de tu relación en pareja. Es normal que con el tiempo conozcas mucho más el cuerpo de tu pareja en tus encuentros íntimos, pero no dejes que los preparativos para la boda sean obstáculos para celebrar y mantener la llama encendida. Esta premisa, sin duda, también se aplica en la etapa de convivencia como marido y mujer. No te olvides de la clave básica: la comunicación ante todo.
Organiza invitaciones sugerentes. Si en tu agenda tienes previsto, quedar para probar el catering de la boda o bien ir a la prueba del vestido,… planifica e invítalo (a) a una cena romántica en un restaurant fashion, u organiza una cita para ir al cine o tomar una copa. Usa el correo electrónico o un sms y escribe una nota o un mensaje erótico antes de llegar al sitio acordado.
Expresad el atractivo mutuo. Es necesario que tanto tú, como tu pareja, reciban halagos acerca del físico de cada uno. Esto os hará sentiros más sexy y revitalizar el ego. Además, aporta seguridad a la relación.
No sólo en la cama. La habitación no es el único lugar ideal para los encuentros amorosos. Es importante variar los espacios y hacer uso de los objetos que existan alrededor con el fin de propiciar encuentros más picantes y divertidos.
Abrid los ojos. Mirarse mientras se tiene intimidad es una técnica muy recomendada, incluso por los psicólogos. Ciertamente, ayuda a descubrir las expresiones y movimientos de la pareja.
Una ducha juntos. Entre las labores en el trabajo y la preparación de la boda, no podéis olvidar el uno al otro. Compartir una ducha con tu novio (a), un jacuzzi es una opción más que recomendada. El agua caliente sobre el cuerpo incrementará la sensibilidad de ambos.
Lubricantes al acecho. Usad la creatividad ante todo. Los lubricantes, muchas veces son favorecedores para que las penetraciones sean más delicadas, al tiempo que ayuda a que el encuentro tenga mayor duración.
Un buen masaje es infalible. Con los cuerpos al descubierto y a la luz de la vela, por ejemplo, se puede empezar una buena sesión de masajes en casa, utilizando aceites, afrodisíacos o cremas en todo el cuerpo. Procurad evitar los genitales para así crear más tensión y deseo durante el encuentro… eso sí, hasta que ninguno pueda aguantarse.
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