Protocolo de la ceremonia civil

Para nadie es un secreto que cada día aumentan las parejas que prefieren celebrar una ceremonia civil. Y los números siempre nos ayudan a confirmar todas las teorías y afirmaciones. En este sentido, el Instituto de la Mujer en un estudio estadístico publicado en marzo de este año refleja precisamente que los bodas religiosas en 2011 fueron de 39, 41%, mientras que el 60, 07% corresponden a matrimonios civiles. Al tiempo que la tasa de nupcialidad se ha reducido "desde 1976 a la mitad, y la media de edad para dejar la soltería es de 34, 5 años". Sin duda, los tiempos han cambiado. Y de qué manera. 

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Más allá de estas cifras, si decides casarte por lo civil, no renuncies a tener una boda llena de magia y encanto. Se trata de un evento breve, que incluso puede durar media hora aproximadamente. Un evento con un ambiente menos formal, en comparación con las ceremonias religiosas. Se suele desarrollar en una sala del ayuntamiento, o en el juzgado reservada especialmente para bodas civiles. O bien en los hoteles, fincas y demás establecimientos que ofrecen todas las condiciones para organizarlo.  

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Importante es que eligas tu día preferido, menos los domingos o festivos, ya que no es posible. Con respecto a la hora, quizá tengas menos posibilidad de escoger toda vez que es potestad de las autoridades municipales.

Si ya sabes los requisitos para el matrimonio civil, hoy queremos compartir el protocolo y el desarrollo principal de este evento:   

Entrada triunfal de los novios 

Se inicia con la esperada entrada al recinto de la novia, del brazo de su padre, mientras que el novio (que ya ha entrado acobijado por la madrina) la espera con mirada de admiración y emoción. Acto seguido, se coloca a la izquierda del novio, similar a las bodas eclesiásticas. Los testigos se ubican a ambos lados de la pareja. Es importante recordar que la novia entra después de que todos los invitados estén dentro, según las normas extrictas protocolarias.    

Diseñarte

No obstante, en la actualidad hemos sido testigo de otra modalidad que consiste en que el novio, el padrino y todos los testigos esperan a la novia justo en la entrada a la sala. En este caso, primero entran los invitados y luego el novio para dar paso a la gran protagonista. Instantes de emociones contenidas.  

“Sí quiero”

En el momento en que el alcalde o el juez entra al recinto, los invitados se levantan y así inicia la ceremonia con unas palabras de bienvenida. En el caso de que sean conocidos de la pareja suele hacerse de manera más cercana, con un discurso más familiar.  

Luego, la autoridad realiza la lectura de los artículos previstos del Código Civil: 66 (referido a los derechos y obligaciones de los contrayentes), 67 (sobre el respetuo mutuo  y la actuación en interés de la familia) y el 68 (hace referencia a la obligación de los cónyuges a vivir juntos, guardarse fidelidad y ayudarse mutuamente.

La segunda parte de la ceremonia consta del consentimiento mutuo de los novios ante el alcalde y los testigos designados. El momento de dar el “sí quiero”. Posteriormente se hace la entrega de las alianzas para finalizar con la firma del registro por parte de los contrayentes y los testigos, que como mínimo deben ser dos personas para dar paso a la entrega del libro de la familia. Y los aplausos de rigor.  

BodaOro

“Recuerdo con gran emoción el momento en que dos de nuestros mejores amigos, antes de dar el sí nos dedicaron unas palabras que nos hicieron reír mucho y sacarnos una que otra lagrimilla”, nos cuenta María Ballesteros, quien celebró su ceremonia civil en Toledo, en julio del año pasado.  

“Antes de que el juez diera la bienvenida, un cuarteto de música clásica tocó para nosotros y todos los invitados”, recuerda Guillermo González, como parte de su boda civil celebrada en Salamanca hace ya tres años.

Así vemos cómo podemos imprimir detalles y pueden suceder acontecimientos originales en esta ceremonia.  

Los abrazos de felicitaciones y las fotos de la boda son imperdibles. Y partir de este momento que toda la alegría y la felicidad se prolonguen. Porque más allá de protocolo, lo importante es hacerlo un momento único.