¿Qué tiene que hacer una perfecta dama de honor?

No hay un número determinado de damas de honor. En este caso es más importante que las elegidas para ese cometido sean especiales para la novia en ese día inolvidable. Ten en cuenta una cosa: durante todo el proceso (y la propia boda) esas damas de honor jugarán un papel muy importante. 

Lo primero de todo es que se encarguen de ayudar a la novia, ya no solo para vestirse, sino a la hora de hacer las pruebas de peinado y vestuario y elegir los complementos perfectos: velos, zapatos, joyas… Por supuesto su opinión será muy valorada por la novia a la hora de decidir cómo quiere que sea la decoración, la barra de postres, si hace photocall o sobre cuál es la mejor forma de sentar a los invitados. Ella mejor que nadie sabe lo que le puede gustar a la novia en caso de que esté demasiado agobiada o nerviosa con los preparativos. 

Ya el día previo a la boda es la encargada de que todos los invitados se conozcan, haya comunicación y se integren para el mismo día del enlace. Y es que la novia no podrá hacer este cometido. 

Ya el día mismo de la boda, la dama de honor será la encargada de ayudar a que cada uno encuentre su sitio, así como repartir el arroz o las flores, indicar cuándo repartirlas así como todas las instrucciones que previamente le haya dado la novia. Además, esta última necesitará ayuda para retocar el maquillaje, recolocar el peinado o arreglar el vestido si es necesario. Ahí es donde entra de nuevo en juego la dama de honor.

¿Y cómo debe ir vestida? El look de las damas de honor es de gran importancia. Tiene que ser un estilismo lo suficientemente elegante para estar a la altura del evento, pero sin eclipsar jamás a la novia. Ambas negociarán desde el color del vestido, hasta el corte y los complementos. Si las damas de honor son varias, nuestro consejo es que sus looks sean similares pero nunca idénticos.