“El corsé hace más mujer a la mujer”
Joven, vital, emprendedora, amante de la música ochentera y de las mezclas extremas… Pero sobre todo, nada convencional. Esta madrileña de padre argentino y madre danesa, se graduó con matrícula de honor en el Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid. En 2004 registró su propia marca: Maya Hansen. Desde entonces, en todas sus creaciones el corsé siempre ha sido el hilo conductor. El objetivo de la diseñadora es realzar la silueta femenina.
Con su savoir faire, Maya ha convertido en must una prenda desterrada en la Historia de la moda. El corsé ha vuelto y esta vez para quedarse y convertirse en emblema del romanticismo, la elegancia y, aunque parezca contradictorio, también de la libertad. Celebrities internacionales, como Lady Gaga, mujeres con carácter y novias atrevidas suspiran por enfundarse en una de estas piezas.
-Cuéntanos como empieza tu aventura en el mundo de la moda nupcial
De esto hace un par de años y fue más bien por petición de las propias clientas. Hasta ese momento había diseñado corsés con falda a juego para invitadas, nunca para novias. Un buen día una clienta me dijo: ¿no haces trajes de novia con corsé? No le di demasiada importancia a esa primera propuesta, pero la pregunta se volvió a repetir. Fue entonces cuando empecé a cuestionarme porqué no diseñar dos o tres trajes especiales para novias, siempre con el corsé como pieza protagonista. Después del trabajo llega el factor suerte en forma de sesiones de fotos, editoriales de moda… Y así hasta hoy.
¿Qué novedades aportas en un mundo tan tradicional?
Creo que soy la alternativa al típico traje de boda blanco, discreto... La novia que llega a mi atelier no quiere ser el pastel de la ceremonia. Huye de cualquier aspecto que pudiese resultar tópico, siempre dentro de uno precios asequibles. Mi diseño más caro no supera los 2.500€. Creo que en este mundo venía necesitándose savia nueva, algo diferente, un punto de vista renovado. A penas existen diferencias entre diseñadores. Mi traje estrella es el Black & White Bridal Corset, un traje blanco y negro, muy rompedor y sólo apto para mujeres arriesgadas.
-¿Cómo es la novia by Maya Hansen?
Es una chica decidida y con personalidad, a la que no le importa si a sus invitados les gusta o no su vestido.
-Como si de un transcurso evolutivo se tratase… ¿Cómo imaginas, creas y las novias llegan a hacer suyas estas piezas únicas?
Se trata de un feedback creativo entre clienta y diseñadora. Un proceso que avanza a partir del diálogo, de tomarnos un café y no parar de charlar. Cuando la novia llega por primera vez al atelier necesito preguntarle donde será la ceremonia y el banquete, en que mes se casará, el número aproximado de invitados… El traje irá adquiriendo personalidad según las necesidades y gustos de la novia.
-Existe el rumor de que todo taller tiene parte de gabinete psicológico, que en él las novias desnudan su cuerpo y también su alma…
Toda novia tiene su carácter, sus complejos, sus miedos, sus deseos… Nuestra labor es ayudarles, comprenderles, escucharles, a ellas y a los familiares que las acompañan. Si por ejemplo tienen cadera y no quieren marcarla, mi tarea será suavizar esas formas con la falda adecuada; si tienen un poco de tripa, acortaré el corsé para que no quede levantado… Esa es la parte bonita y agradecida de nuestro trabajo.
Entonces… ¿Cualquier chica puede vestir tus trajes?
¡Claro qué si… Una de mis mejores clientas tiene una talla 50! Para llevar corsé no hay que tener tipazo ni ser altísima. Hay bustiers pensados para bajitas, para chicas más rellenitas… Me encantan las mujeres con curvas, cuando se prueban un corsé el cambio en ellas es más notorio, hay más donde apretar…
- Tú misma fuiste una novia Maya Hansen… ¿Qué se siente?
Fue una gran responsabilidad, imagínate Maya Hansen vestida de Maya Hansen. No dejé que mis padres viesen el traje hasta el mismo día de la boda y recuerdo que mi padre al verme exclamó: ¡Pero qué goyesco! Sentí responsabilidad, mucha ilusión y cuando todo acabó una gran liberación… Fui vestida como siempre había soñado.
-¿Cuál es el complemento indispensable para cualquier novia?
Apuesto por un tocado tipo casquete con red, para romper con el clasicismo del velo o la mantilla. Este complemento es ideal porque otorga un aspecto de novia, no demasiado marcado. Como consejo les recomiendo que no se aprieten el corsé desde primera hora, que durante el trayecto en coche lo lleven un poco suelto y se lo abrochen justo antes de salir.
-De unos inicios en la corriente gótica a la feminidad extrema de tus últimas colecciones ¿Cómo describes tu trayectoria como diseñadora?
Se trata de una evolución de mí misma y también de la propia marca. Maya Hansen empezó siendo un negocio pequeño, muy concreto y un poco alternativo. Con el tiempo hemos crecido y ampliado nuestros horizontes, sin olvidar nuestros orígenes nos hemos refinado. Nuestras clientas son grandes conocedoras del mundo de la moda, saben calzar unos Louboutin y apreciar un buen diseño. Mi objetivo es la vuelta a la artesanía, a través de prendas de mayor calidad. Cromáticamente voy más allá del negro, el rojo o los morados. Os adelantaré que mi próxima colección será muy clásica.
-Háblanos de tu prenda fetiche, de tu idilio con el corsé…
Aunque siempre me ha gustado vestir ajustada, nunca me había planteado dedicarme a la corsetería, hasta que en uno de mis viajes a Berlín me probé un auténtico real corset. Me encantó la transformación que esa prenda hizo sobre mi cuerpo, hasta pensé: ¿Esta soy yo? Me sentí estupenda y me di cuenta que esa era la sensación que quería transmitir. Quiero que cuando mis clientas se prueben un corsé se sientan especiales.
-¿Cómo se puede volver a reinterpretar una prenda con tanta historia?
Como diseñadora he estudiado las técnicas corseteras de otros maestros, a partir de ahí he sacado mis conclusiones, he dado mi propia versión. Pero considerarme la reinventora del corsé creo que es demasiado. Me mueve el amor hacia esta prenda y mi objetivo es devolverla al mundo de la moda.
-¿Qué pensaría de ti la mismísima Coco Chanel? Ella que con el prêt-à-porter consiguió la liberación en el vestir…
Creo que me odiaría, no nos llevaríamos demasiado bien. En aquella época el corsé era una imposición, sus diseños simbolizaron el fin de la opresión femenina. ¡Coco Chanel fue una rompedora! Pero el tiempo pasa y ahora los corsés son para mí, también, expresión de libertad. El corsé hace más mujer a la mujer. Han vuelto porque la mujer tiene la necesidad de expresar y reafirmar su feminidad.
-¿Algún día te imaginaste participando en Cibeles Fashion Week ¿Qué supone este hecho para la marca?
Cuando me enteré casi me puse a llorar, estábamos reunidos por trabajo y no sabía cómo contener las lágrimas de felicidad. Nunca te puedes llegar a imaginar algo así. Antes de formar parte de Cibeles hemos tenido que demostrar nuestra capacidad para hacer colecciones en pasarelas como Valencia Fashion Week o El EGO... Cuando te dan la noticia la satisfacción es enorme, pero al mismo tiempo te invade una sensación de responsabilidad y de respeto hacia los veteranos. Para la marca siento que Cibeles es la consolidación de un inicio.
-¿Cómo definirías tus colecciones?, ¿qué intentas transmitir a través de tus diseños?
En cada colección la temática es concreta e intentas transmitir algo diferente. Se me presenta un tema e intento profundizar en él. Mi última colección, Knotted, surgió a partir del estudio de las texturas de unos hilos. Con ella quise transmitir la perspectiva de estar oprimido, anudado... A nivel visual, el hecho de incorporar en los corsés pelo, pelucas o lana trenzada fue como mezclar algo muy rústico con algo muy sofisticado. Me gusta aunar polos opuestos, hacer que algo pueda resultar muy fuerte y muy delicado al mismo tiempo.
-Tus creaciones tienen éxito en países como EEUU, Gran Bretaña o Japón… ¿Qué diferencias existen entre el vestir de estas mujeres y el de las féminas españolas?
Una vez, una diseñadora alemana me dijo que en cada país los corsés se vendían según las nuevas tendencias en sofás… ¡Creo que tenía razón! En Inglaterra se atreven con el estampado floral, las alemanas prefieren líneas más limpias, las polacas son muy atrevidas... Las españolas son mucho más precavidas, aunque existen diferencias. Por lo general, la mujer catalana o valenciana es mucho más osada, más moderna que la madrileña o andaluza. Estas últimas son más convencionales, buscan un corsé para llevar con vaqueros.
-¿Cómo fue vestir a Lady Gaga?
Sorprendente. Aunque hay que reconocer que Lady Gaga es una enamorada de los corsés. Un día recibimos un e-mail, decía algo así del ayudante de Formichetti, decía algo así como: Lady Gaga by Maya Hansen. Se nos instaba a que en menos de dos días enviásemos un par de trajes a Nueva York, sin la seguridad de que la cantante finalmente los utilizase. La única condición era que no los hubiese utilizado ninguna otra celebrity. ¡Pensé que era una broma…! Y de repente, imagínate: Lady Gaga apoya a la moda española.
Sin ataduras
Un lugar. Facinas, un pueblo en Cádiz, perdido entre Tarifa y la playa de Valdevaqueros. Allí desconecto del mundo. Luna, estrellas, gatos, playa… Todo muy lorquiano
¿Qué te inspira? El mar, el sol, salir, viajar…
Un libro: El economista camuflado de Tim Harford
Una canción: Shout de Tears for Fears
Un amor inconfesable: Muchos…
Un aprendizaje vital: Caerse y volverse a levantar
¿De quién eres fan? De los ochenta
Un sueño por cumplir: Desfilar en el extranjero
¿Qué es la moda? Mi modo de expresión
Una afición: Patinar
¿En qué piensas ahora mismo? En que me comería un donut.