Extensiones de pestañas para la boda

Para muchos, en los ojos se refleja el alma como un espejo. Y tanto las cejas como las pestañas enmarcan el rostro y determinan su expresión. 

En el día de tu boda querrás tener la mejor de las miradas, querrás lucir absolutamente guapa. Un rostro radiante y luminoso. Las extensiones de pestañas se han convertido en una de las técnicas recientes que ayudan a lograrlo. Adiós a las postizas. Y lo más importante es que no daña los ojos. Una buena opción para el momento más especial. 

Previamente se hace un estudio para saber las necesidades específicas de las novias. Para conocer más al detalle sobre esta técnica, entrevistamos a Xiomara Orrala, especialista en este procedimiento que consiste en alargar la pestaña natural mediante el implante de una extensión del material escogido con un pegamento especial probado oftalmológicamente. Todo dependiendo del look y del estilo de maquillaje que escoja la novia y lo que más le favorezca.

¿Con qué material se realiza?

Orrala explica los dos tipos de extensiones que se aplican, así como sus ventajas. “La primera es la seda opaca, realizada con una mezcla de cabello natural y poliéster, lo que le da una apariencia parecida a la seda y con mucha calidad. La segunda, es de cabello natural y se fusiona mejor con tus propias pestañas, además de que el pegamento es menos agresivo. Este es el procedimiento que se utiliza en los centros más exclusivos”, nos explica la especialista.

Como requisito para ponérselas es importante no maquillarse los ojos ni usar máscara de pestañas, ni contorno de ojos nocturno. La idea es que la grasa natural aflore y se puedan limpiar fácilmente al día siguiente. Evita que los ojos estén inflamados, pues es contraindicado.   

“La técnica que uso es ´pelo a pelo’, y una unidad por cada pestaña (no en grupo), mediante el pegamento especial libre de agentes cancerígenos y olores. Se protege la parte inferior de las pestañas y se va realizando el implante, alternando el ojo izquierdo y el derecho para terminar de una forma correcta, siempre a un milímetro de la raíz,  ni a la mitad, ni a la piel”, detalla.

 El antes y el después 

 Novias e invitadas con mirada encantadora

Tanto para la novia como para las invitadas que quieran disfrutar de esta técnica, la recomendación es que se haga con una o dos semanas de antelación a la boda,  ya que cada período de renovación de las pestañas en las mujeres es distinto. Por lo general es un mes, según Orrala, pero hay quienes puedan tardar hasta dos y tres meses. Así es la mejor manera de darle el toque final al look escogido para lucirlo el día B.

Dependiendo del look escogido, la sesión puede durar entre una a dos horas y media, tiempo ideal para que la novia pueda relajarse durmiendo o disfrutando de un masaje en los pies, según el centro de estética al que asista.  

Pueden durar alrededor de uno o dos meses. “Luego se van cayendo en el proceso de renovación y si se quiere se puede lucir por un tiempo más largo, mediante retoques cada dos o tres semanas, ya que no afectan para nada las pestañas porque el pegamento no toca en ningún momento la piel”, añade Orrala, quien brinda sus servicios en el Centro de Bienestar Integral Tensei. 

Consejos para mantenerlas

Durante los dos primeros días evita:  

• Protegerte con gafas y del sol directamente
• El agua directa al lavarse la cara y al ducharse
• El vapor (en sauna o limpiezas faciales), ya que el pegamento actúa de dos formas por contacto en el momento del implante, y al cabo de 24 o 48 horas para solidificarse con el pelo natural de cada pestaña y  posteriormente caerse en el proceso de muda.

Una vez transcurridos los dos días, el cuidado básico se debe hacer con un desmaquillante libre de aceite y limitar el uso del contorno de ojos al área para que no toque las pestañas. “Es aconsejable usar las gafas de sol y peinarlas por la mañana con un goupillon. La máscara de pestañas debe ser libre de aceite, pero para el día a día no es necesario. El coste va igual que los tiempos desde 60 hasta 150 euros”, finaliza la experta.