DIY: crea la mascarilla ideal para tu tipo de piel

 Los productos de belleza a veces no dan en el clavo con lo que nuestra piel necesita y hasta puede hacer un efecto contrario al que deseábamos. Por ello, hoy vamos a enseñaros cómo crear mascarillas desde casa con productos naturales que cuidarán tu piel y la restaurarán por completo.

Pero antes de empezar, tenemos que centrarnos en lo más importante... No tod@s tenemos el mismo tipo de piel ni mucho menos. Y si no tenemos cuidado y no la tratamos como debemos, podemos hacer que envejezca antes de lo debido o que se generen reacciones que no deseamos. Por ello, antes de comenzar con las recetas, vamos a hacer un breve resumen de los tipos de pieles que existen para que podáis elegir la mascarilla que más se adecúa a vosotr@s... ¡Vamos allá!

¿Cómo saber qué tipo de piel tengo?

Piel normal: esta clase de piel suele tener una textura regular, sin apenas imperfecciones. Las personas que poseen esta clase de piel suelen tener un aspecto cuidado y limpio sin apenas hacer esfuerzos para cuidarla, ya que cuenta con la ventaja de un buen riego sanguíneo y unos poros pequeños. Si se juntan todos estos factores y tenemos un aspecto rosado generalmente, sabremos que tenemos una piel normal o eudérmica (bien equilibrada e hidratada). Pero si no te ha quedado claro y quieres hacer la prueba de fuego, prueba a pasar un algodón sobre tu rostro. Si no tiene ni rastro de grasa y no la solemos tener tirante al despertarnos, entonces gozamos de este cutis... ¡Felicidades!

Piel grasa: una piel grasa es más fácil de reconocer, ya que suele tener un aspecto más brillante y favorece la aparición de puntos negros y granos debido a sus poros abiertos. La zona de suciedad e imperfecciones se concentra en la frente, la nariz y el mentón, y suele ser la más problemática a la hora de cuidarla... ¡Pero tenemos solución!

Piel seca: la piel seca se evidencia cuando sentimos demasiada tirantez si no la hidratamos regularmente. Sufre mucho con los cambios climáticos, y si no se cuida debidamente, pueden aparecer manchas en la piel, dándole un aspecto más envejecido y poco saludable.

Piel sensible: esta clase de piel puede tener las características de las anteriores, pero se evidencia por su alta sensibilidad al reaccionar con productos de belleza o cambios climáticos bruscos. Tienes una piel sensible si frente a factores externos tu piel se irrita y evidencia sarpullidos y picores. Con esta clase de piel, debemos aprender qué nos sienta bien y qué es lo que nuestra piel rechaza, lo cual en estos casos suelen ser mayoritariamente productos químicos. Pero tranquil@s... ¡Para eso vamos a recomendarte mascarillas caseras con productos totalmente naturales!

Piel mixta: la piel mixta es semejante a la piel grasa, ya que se acumula la mayor cantidad de suciedad en la 'zona T' (frente, nariz y mentón). Sin embargo, el resto del rostro presenta una composición diferente, y puede ser normal o seca. Es decir, tenemos una piel mixta si nuestra grasa se acumula en la 'zona T', pero en ocasiones notamos algo tirante el restro del rostro o simplemente no tenemos ninguna imperfección. Parece confuso... ¡Pero es la más común de todas!

Ahora que lo sé... ¿Cómo cuido mi piel?

Muy bien, ahora que tenemos claro cómo es nuestra piel, necesitamos saber qué mascarilla necesita y cómo prepararlas... ¡Vamos allá!

• Para piel normal: 

Como esta clase de pieles no necesitan de una gran cantidad de cuidado, vamos a darte una receta para mantener y potenciar la viveza de tu rostro con las propiedades vitamínicas y los antioxidantes que posee el pepino... ¡Vamos allá!

Necesitamos:

• 1 pepino mediano
• 1 cucharada de miel

Pasos a seguir:

• Pelamos y cortamos el pepino a trozos
• Después lo convertimos en una masa aplastándolo o pasándolo por la trituradora
• Agregamos la miel y mezclamos hasta que se ha convertido en una pasta uniforme
• Después aplicamos sobre el rostro una fina capa y la dejamos actuar durante 15 minutos
• ¡Y listo!

• Para piel grasa:

Lo ideal para esta clase de piel es la exfoliación a parte de las mascarillas... Por ello vamos a recomendarte como extra una receta para pastillas exfoliantes que puedes hacer desde casa:

Pastillas exfoliantes:

Necesitamos:

• Una cuchara sopera de posos de café fresco
• 3 cucharadas soperas de yogur natural
• Una cuchara sopera de aceite de coco
• Zumo de medio limón
• 1 molde tipo cubitera

Pasos a seguir:

• Calentamos el aceite a fuego medio hasta que tenga una textura fluida
• Después mezclamos el resto de los ingredientes hasta que quede una textura homogénea
• Acto seguido lo vertemos sobre los moldes y lo dejamos en el congelador unas 5 o 6 horas
• Y... ¡Listo! Ahora solo tienes que sacar 1 o 2 pastillas a la semana y frotarlas contra tu piel para exfoliarla y cuidarla como se merece... Sencillo ¿Verdad?

Mascarilla:

Necesitamos:

• 1 cucharada de miel
• 2 almendras trituradas
• 1 cuchara pequeña de jugo de limón

Pasos a seguir:

• Mezcla bien todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea
• Aplícala sobre tu rostro con movimientos suaves y circulares
• Déjala actuar durante 30 minutos 
• Y... ¡Listo! Retírala con algodones y aplicámdote agua tibia y ya puedes disfrutar de tu piel perfecta

• Para pieles secas:

Para esta clase de pieles es importante añadir ingredientes que sepan nutrir la piel sin dañarla, por ello vamos a echar mano del aceite de almendras, ¡Vamos a verlo!

Necesitamos:

• 1 aguacate
• 2 cucharadas de aceite de almendras

Pasos a seguir:

• Trituramos bien con un tenedor o cualquier utensilio el aguacate (a ser posible que sea de madera, para que no pierda sus propiedades naturales)
• Añadimos las dos cucharadas de aceite de almendras
• Mezclamos bien hasta que tenga una consistencia homogénea
• La dejamos actuar 20 minutos...
• ¡Y listo! Piel perfecta en dos sencillos pasos

• Para pieles sensibles:

Las pieles sensibles son las más complicadas a la hora de escoger una mascarilla, ya que tenemos que tener cuidado qué ponemos sobre nuestra piel. Pero tranquil@s, nos hemos asegurado de que los ingredientes que vamos a usar no la dañarán y la nutrirán como nunca... ¡Vamos a ello!

Necesitamos:

• Dos zanahorias cocidas
• Dos cucharadas de miel

Pasos a seguir:

• Trituramos bien las zanahorias hasta que quede una pasta 
• Añadimos las dos cucharadas de miel y lo mezclamos todo hasta que se forma una masa homogénea
• Después lo aplicamos sobre el rostro y la dejamos actuar durante 15 minutos
• Cuando la pasta empiece a secarse, enjuagamos nuestro rostro con agua fría
• Lo secamos con una toalla a toquecitos...
• ¡Y listo! Sencillo, ¿Verdad?

• Para las pieles mixtas:

Para esta clase de piel tenemos reservada una mascarilla que os dará una luminosidad y una hidratación inigualables. ¿Quieres saber cómo? ¡Vamos allá!

Necesitamos:

• Media cucharada de leche de almendras
• 4 cucharadas de gel de aloe vera
• 1 cucharada de azúcar moreno

Pasos a seguir:

• Mezclamos media cucharada de aceite de almendras con la cucharada de azúcar moreno hasta que se disuelva por completo
• Después añadimos las cuatro cucharadas de gel de aloe vera y lo mezclamos todo muy bien hasta que quede una pasta homogénea
• La aplicamos sobre el rostro y la dejamos actuar durante 15 o 20 minutos
• Después retiramos la mascarilla con agua tibia... ¡Y listo!

¡Y esto ha sido todo por el DIY de hoy!

¿Os ha gustado la idea? ¿Os animaréis a probarlo?

¡Si es así te animamos a enseñarnos el resultado en nuestras redes sociales!