DIY: Crea tu rutina facial de noche

Tener una rutina de limpieza nocturna es necesario para mantener la salud de nuestra piel. De esta manera la liberamos de todas las impurezas que hemos ido acumulando durante el día y la hidratamos y preparamos para que pueda regenerarse por la noche. Que nuestra piel se regenere es muy importante, porque mientras dormimos restablece su pH natural y aumenta la producción de colágeno, lo que nos evita un envejecimiento prematuro de la piel y hace que nuestro rostro luzca perfecto.

Aparte de la rutina de limpieza e hidratación nocturna, tenemos que tener en cuenta que la salud de nuestra piel empieza por dentro. Debemos asegurarnos de tener una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras, descansar lo suficiente, enjuagarnos con agua fría para estimular la circulación  y siempre secarnos a toques con la toalla, para evitar ser bruscos y dañar nuestra piel.

Una vez repasados estos consejos básicos, vamos a mostrarte una rutina facial nocturna de la mano de Olay, con productos testados científicamente. Para que no haya dudas, vamos a presentarte cada producto y el orden en el que debéis de aplicarlo. Además, tambien vamos a ofreceros alternativas con remedios naturales que podéis usar desde casa... ¡Vamos a verlo!

Rutina facial nocturna con Olay

Como hemos dicho, la noche es un momento clave para el cuidado de nuestra piel, ya que es el momento en el que se regenera a nivel celular. Por ello, es el momento perfecto para aplicar productos específicos para su cuidado. Para ello, Olay nos presenta su gama Olay Regenerist, con la que podremos cuidar nuestra piel y seguir una rutina de noche impecable. Los productos claves serán un limpiador facial, un sérum y por último una crema de noche, para cerrar nuestra rutina facial nocturna de manera perfecta... ¡Vamos a verlo!

1. Olay Regeneralist Limpieza 3 Áreas

Limpia tu piel. La limpieza del rostro es un paso esencial para eliminar impurezas y sudor de nuestros poros y asegurarnos de que absorba el resto de productos. Para ello, vamos a enjuagarnos bien el rostro con agua tibia. Después, podemos utilizar un sistema de limpieza profesional como el de Olay, cuyo cabezal se adapta al contorno del rostro, incluso en la zona T y la barbilla.

2. Sérum reafirmante 3 Áreas Olay Regenerist

Con nuestra piel limpia, vamos a aplicar el Sérum. Al hacerlo nos aseguramos de que exfoliamos nuestra piel, le aportamos mayor firmeza y suavizamos su tacto. Además, tiene una textura muy ligera, por lo que se absorbe en seguida. Con este paso, la piel queda perfectamente preparada para todo lo que le apliquemos después.

3. Crema Anti-edad Intensiva Noche 3 Áreas Olay Regenerist

Último paso: la crema hidratante. Un elemento esencial que no puede faltar en nuestra rutina de noche. Con su fórmula cargada con un complejo de amino péptidos, la Crema Anti-edad Intensiva de Olay Regenerist va a estimular la regeneración celular y además va hacer que sus ingredientes anti-edad penetren hasta 10 capas por debajo de la superficie de la piel. ¡Un tratamiento completo y profesional que podemos seguir en casa con tan solo aplicárnoslo!

Para el día

No sólo de noche podemos cuidar nuestra piel... Para continuar un tratamiento de cuidado, Olay también nos ofrece La Crema Anti-edad Intensiva 3 Áreas de día, diseñada para las zonas más sensibles al paso del tiempo, como los ojos, el óvalo facial y el cuello. Aplícala cada mañana en rostro y cuello para proteger tu piel de los agentes externos

Rutina facial nocturna: natural y casera

Ahora vamos a enseñarte cómo hacer tu propia rutina facial de noche con productos que puedes encontrar en casa. Si eres de las que les gusta probar las propiedades naturales... ¡Esta opción es para tí!

1. Limpieza

Lo primero es lo primero... Vamos a liberar a tu piel de restos de maquillaje, sudor y contaminación para desobstruir los poros y que tu piel pueda absorber el resto de productos. Para ello podemos usar aceites naturales, como el de oliva, el de coco o el de ricino. Al usar aceites vamos a hidratar nuestra piel al mismo tiempo que la limpiamos, ¡Con lo cual es mucho más completo! 

Necesitamos:

Podemos escoger entre,

• Aceite de coco (ayuda a preservar el colágeno y la elastina, perfecto para pieles sensibles)
• Aceite de oliva (regenera rápidamente los tejidos)
• Aceite de ricino (favorece la circulación)

Pasos a seguir:

• Primero vamos a coger un poco de aceite y lo vamos a calentar en nuestras manos hasta que esté tibio. Una vez hecho esto, vamos a aplicarlo en círculos por todo el rostro hasta que se desprendan todos los restos de maquillaje y suciedad. Podemos aprovechar para masajear nuestra piel y así estimularla. Cuando creamos que ya está listo, retiramos el aceite enjuagándonos con agua tibia. Si queda algún resto podemos retirarlo con un algodón húmedo o una toalla, aplicándolos a toquecitos sobre el rostro.

2. Exfoliación

La exfoliación también es muy importante en nuestra rutina nocturna de piel. Debemos hacerla como máximo dos veces por semana y como mínimo 1 vez. Al exfoliarnos, eliminamos las células muertas de nuestra piel, acelerando así el proceso de regeneración celular de la piel y favoreciendo la microcirculación.

Necesitamos:

• 3 cucharadas de zumo de naranja (a ser posible natural)
• 1 taza pequeña de azúcar
• 2 cucharadas de aceite de oliva

Pasos a seguir:

• Añadimos todos los ingredientes en un bol y los mezclamos hasta conseguir una pasta fluida. Si vemos que ha quedado demasiado sólida, podemos añadirle más aceite o zumo de naranja. Una vez tenemos la mezcla preparada, la aplicamos sobre nuestra piel y masajeamos suavemente en forma circular por todo nuestro rostro. Podemos insistir en las zonas más problemáticas, pero siempre sin hacer mucha fuerza con los dedos.
• Una vez hemos masajeado bien con el exfoliante, lo dejamos sobre nuestra piel 1 minuto más para que absorba las propiedades naturales del aceite y la naranja.
• Pasado el minuto, enjuagamos nuestra piel con agua tibia... ¡Y listo!

3. Tonificación

El paso previo a la hidratación de nuestro rostro. La tonificación nos va a servir para regular el pH de nuestra piel y prepararla para hidratarla después, asegurándonos de que absorbe los productos que le apliquemos después. Para ello, vamos a elaborar una mezcla muy ligera que la piel absorbe muy fácilmente, como por ejemplo el agua de rosas. Este tónico aportará vitalidad y firmeza a la piel, y a su vez controlará los excesos de grasa debido a sus propiedades naturales.

Necesitamos:

• Dos puñados de pétalos de rosas
• Dos tazas de agua

Pasos a seguir:

• Primero vamos a poner a calentar el agua. Mientras esperamos a que hierva, lavamos bien los pétalos con agua fría para quitar restos de suciedad que puedan tener. Cuando el agua esté hirviendo, añadimos los pétalos de rosa y apagamos el fuego, dejando los pétalos en el interior hasta que el agua se enfríe.
• Cuando el agua ya se haya enfriado, colamos la mezcla... ¡Y listo!
• Para aplicarlo, podemos meterlo en un difusor vacío y esparcirlo en forma de nube sobre nuestro rostro. Si no, podemos mojar un algodón en el agua de rosas y aplicarlo a toquecitos sobre el rostro. Y por último, para que se conserve mejor podemos guardarlo en la nevera. Así cuando lo apliquemos sobre el rostro, ¡También cerrará nuestros poros y mejorará la circulación!

4. Hidratación

Llegamos al cuarto y último punto, pero no por ello menos importante: hidratar la piel. Con eso vamos a sellar nuestra rutina de noche, y vamos a provocar que la piel genere de manera natural elementos como el colágeno para que se vea tersa y radiante. Por ello, vamos a enseñarte cómo hacer una mascarilla muy ligera para que la apliques antes de dormir con yogurt y miel. ¿Por qué? El yogurt ayuda a hidratar la piel y combatir el acné debido a su pH ácido, mientras que la miel tiene un efecto limpiador sobre el rostro y además nos aporta una extrema hidratación.

Necesitamos:

• 1 yogurt natural (no edulcorado)
• Miel

Pasos a seguir:

• Vamos a mezclar a partes iguales el yogur y la miel hasta que quede una mezcla homogénea. Después, vamos a aplicarlo sobre nuestra piel con un pincel para mascarillas o nuestras propias manos, siempre realizando movimientos circulares e intentando masajear suavemente el rostro. ¡Y... ojo! Como con todas las mascarillas, evitaremos las zonas de ojos y boca.
• Una vez lo hemos aplicado, lo dejamos actuar durante diez minutos, y después lo retiramos con agua tibia. Para secar el rostro utilizamos una toalla limpia, dando toques sobre nuestra piel, sin arrastrar.
• Y... ¡Listo! ¡Veréis que suave queda vuestra piel!

Y... ¡Esto ha sido todo por el DIY de hoy!

¿Os ha gustado? ¿Os animáis a hacerlo?

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