Tu boda en color naranja

Cuando ya tenemos fijada la fecha y el lugar de la celebración, uno de los temas que más nos preocupa es la selección de la paleta de colores para la boda. Los tonos que ambientarán tu gran día; los que reflejarán tu personalidad y el estilo como pareja en sus tonos puros o combinándolos. Y más ahora, que nos apasionan las bodas temáticas. 

Hoy hemos escogido el naranja como el color de una boda que evoca una temporada predilecta para nosotros: el otoño. Es tan osado que se atreve a más, porque incluso nos remite a los atardeceres de verano, cuando el cielo nos regala maravillosos matices que pueden alcanzar hasta el amarillo, el ocre y el oro... antes que le de paso a la gran luna.

Nos apasiona el naranja, como a nuestra nueva bloguera, Shere, quien nos sorprende todas las semanas desvelando los detalles únicos de su boda, a través del blog: una boda naranja.    

Nos gusta el color naranja porque nos transmite alegría, felicidad, energía y vitalidad. Dicen los psicólogos expertos en las emociones, que además aporta optimismo, vida y diversión. Estimula también el intercambio de ideas, favoreciendo la conversación. Para el budismo, también es un tono energético y vibrante.

Otra de sus bondades es que es muy fácil de combinar o aprovechar los matices que proporciona. Así, somos testigos de muchas bodas que apuestan por el juego cromático que ofrece con el amarillo, el verde, el azul o el turquesa...

Raimon Bundó

En las velas o candelabros estalla para entregarnos toda su luz, así como en el fondo de cierta pared a la hora de organizar un photocall divertido. Como motivo floral nos ilusiona en detalles en el coche, como centro de mesas y para adornar la iglesia, por ejemplo. También destaca en el tono impreso en las tarjetas de invitaciones y de agradecimiento a los invitados. El naranja como hilo conductor de una historia de amor.  

“A mí el color blanco me gusta y siempre soñé con una boda blanca, pero opté por el naranja porque sentí que quería darle alegría y ha estado presente en nuestra casa desde que vivimos juntos.  Mi bouquet naranja, estuvo a juego con la pajarita de mi esposo, y el vestido de mis cinco damas de honor. Con las margaritas y las rosas naranjas decoré mis centros de mesa con unos floreros sencillos”, nos comenta María Soledad Ibáñez, quien contrajo nupcias a finales de septiembre de 2011.

Ibáñez, además optó por matizar la blancura de su look nupcial con unos tacones de vértigo color naranja, dejando muy claro su afición. Sin duda, el naranja nos engancha, nos emociona y forma parte de nuestras bodas cromáticas favoritas. Le tocará a Shere, y su boda naranja  seguir prolongando nuestra pasión por ese color en las bodas. 

Azulsahara                                                Sacha London