Una elegante boda en el Parador de Cádiz
Para quienes buscáis inspiración y también un lugar donde celebrar vuestra boda,hoy os traemos un precioso enlace. Una boda elegante con vistas al mar, en un lugar donde la luz invade cada rincón y la madera, el mármol, el acero, la piedra y el vidrio se unen en forma de arquitectura modernista: el Parador de Cádiz.
Sólo hay que ver a los novios para comprobar que la palabra elegancia no está sobrevalorada. La novia enamora con un precioso vestido con mangas en crepé de seda diseñado por Roberto Diz. El peplum en la cintura y los detalles dorados en el cuello, mangas, espalda y cinturón son de una exquisitez extrema. Nos encanta la coleta como peinado y la sencillez del ramo. Nos recuerda a una bella boda medieval.
Por su parte, el novio, lució elegantísimo con un chaqué a medida de Derby y un chaleco, también hecho a medida y de Sevilla, de Gastón y Daniela. Complementó el look con una corbata italiana de Ascot y unos zapatos de Lottusse.
Aunque se dieron el "Sí, quiero" en la Iglesia Virgen del Carmen de Cádiz, los novios, tras las fotos, se trasladaron hasta el Parador de Cádiz donde esperaban sus invitados en una magnífica terraza con el mar de nuevo como testigo.
Tras la recepción y el discurso de los novios, todos los invitados pasaron a uno de los amplios salones con vistas espectaculares del Parador de Cádiz.
Allí, en el banquete, donde pudieron degustar una deliciosa crema de bogavante, un solomillo de cerdo ibérico, y para el postre; ellas mousse de chocolate, y ellos semifrío de yogurt y chocolate blanco. Los centros de las mesas resaltaban el verde, al igual que el ramo de la novia y ,en cestos de rafia y cristal, unas pequeñas flores aportaban color en tonos blancos, lilas y rosas.
A la entrada al salón, los novios sorprendieron a los invitados con unas siluetas en tamaño real de ellos mismos en una divertida foto de la preboda. Entre los extras que también animaron la celebración se encontraban una barra de coctelería, un puesto de palomitas, otro de crêpes, y un divertido puesto de perritos calientes. Además los novios añadieron una mesas de chucherías y unos divertidos gorros de goma espuma para que los invitados se divirtieran como nunca con música en directo.
¿Qué es lo que más te ha gustado de esta elegantantísima boda en el Parador de Cádiz?