Una boda de invierno en gris y fucsia

El cariño, la ilusión y el trabajo de una boda se saborea en los pequeños detalles. Los detalles son los que hablan de los novios, de su historia de amor y de su cariño por los invitados, así como de la época en la que se celebró. Por eso, queremos mostraros una boda de invierno celebrada en Finca Besaeda que os inspire y os motive para lograr la boda de vuestros sueños. Una boda que sea vuestra al cien por cien.

El estilo de la boda y su temática lo van componiendo muchos detalles, uno de los más importantes es el vestido de la novia. En esta boda invernal el vestido estaba compuesto en dos piezas, cuerpo y falda, y un abrigo en gris perla, todo en tejido damasco. Confeccionado a medida a gusto de la novia, el vestido se complementaba con unas botas grises también hechas a medida.

Otro de los elementos que marcan el look nupcial y que deben ir en sintonia con el estilo de la boda es el ramo de novia. En esta caso, el toque original e invernal se logró con una composición de telas del vestido, tules y abalarorios en plata. Sin flores, en el ramo destacaban las fotos de quienes ya no estaban.

En la celebración, en uno de los salones de Finca Besaeda, al equipo de wedding planners realizó una decoración fiel a concepto de la boda que los novios buscaban. Siguiendo la paleta de colores en blanco, gris y fucsia, integraron elementos navideños con un toque Pop Art.

Así, una chimenea decorada con piñas, arces, abetos de madera, flores de rafia blancas y bolas de navidad ambientaba la recepción del enlace.

Al lado, la mesa de las firmas, seguía jugando con los colores de la boda e invitaba a familiares y amigos a dejar sus mensajes en una jaula de los deseos y a dejar su huella en una lámina de árbol, todo teniendo a los novios como testigos en un collage de fotos de ellos.

Ya en el banquete, globos blancos como decoración colgante jugaban con el resto de la paleta de colores, en servilletas, meseros, menú, centros de mesa y una cebra fucsia que presidía el salón de Finca Besaeda.

Los centros de mesa eran árboles palta con decoración navideña y perlas blancas. Los detalles de la mesa mantenían el gris y el fucsia.

¿El protocolo de las mesas? Animales fucsias en la base de los centros así como en las ramas. Así, el seating plan lo marcaban los animales, cada mesa tenía una animal: rinoceronte, elefante, burro,...

La mesa presidencial combinaba el color de los elementos de decoración justo al revés, para diferenciar la mesa de los novios del resto de invitados y la cebra fue el animal que representaba a los novios.

Por supuesto, no faltó el photocall con gafas, labios, bigotes, collares gigantes y gorros, caretas o diademas de animales.

Como la temática era invernal, la tarta nupcial y todos los detalles de la candy bar desprendían sabor a invierno.

Muchos más detalles, animaron la fiesta, como un rincón de palomitas y una gran mesa de postres con buffet de turrones y dulces navideños.

Toda una auténtica boda de invierno en gris y fucsia cuidada al detalle por el equipo de Finca Besaeda.

Fotos: Castizos Fotos e Imagen Portada