Derechos de imagen de los novios: no todo vale… sin permiso

El derecho de imagen de las parejas es un derecho tan desconocido como lo es el derecho de autor del fotógrafo, de tal manera que, a veces, parece que el segundo esté por encima del primero, porque para eso es el fotógrafo el artista creador. Pero también puede parecer lo contrario, ya que es la pareja quien paga el reportaje.

Pero resulta que el derecho de imagen de la pareja realmente es más importante, ya que nadie puede obtener imágenes, usarlas, manipularlas, compartirlas o publicarlas sin consentimiento expreso y por escrito. Si la pareja lo autoriza, entonces el fotógrafo sí podrá publicar esas imágenes en las condiciones acordadas. Por el contrario, la pareja no puede hacer lo que quiera con esas fotografías y/o vídeos pues no les pertenece el derecho de autor, pero lo trataremos en otro artículo.

El permiso siempre ha de ser expreso y no por defecto

Según la “Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen” toda persona tiene el derecho básico y constitucional sobre su imagen y nadie sin su expreso consentimiento puede hacer uso de ella, al menos salvo que se cumplan las excepciones recogidas en la ley -que no es el caso-, en ningún formato ni medio, ni capturarla, ni reproducirla. 

Dicho permiso ha de ser de forma fehaciente, por escrito y firmado donde conste la identidad de la persona que cede su derecho de imagen, la identidad del receptor del derecho, así como las condiciones económicas si las hubiere y de reproducción o uso. Y cuando se trate de menores es mucho más grave la no observancia de esta ley y debe existir su representante legal.

Este permiso jamás puede ser de facto o por omisión. Es un clásico leer en un evento que el acceso implica el permiso a ser fotografiado. Esto no es válido, como tampoco poner que, de no indicar lo contrario, podrá ser fotografiado.

En resumen: siempre que cedáis vuestro derecho de imagen ha de ser por escrito y de forma explícita.

Vuestro derecho de imagen como pareja

Esto sucede también en una boda: los fotógrafos no tenemos ningún derecho sobre la imagen de los novios, tan solo ostentamos el derecho de autor sobre las obras fotográficas que creamos para ellos, pero si en ellas aparece un rostro de una persona -como los propios novios o familiares- ocurrirá un cruce de derechos.

Esto significa que no podremos exponerla por ejemplo en nuestra web o redes sociales sin su permiso. Por otra parte, los novios tampoco podrán hacer uso que no sea personal de dichas obras fotográficas sin permiso del fotógrafo, por ejemplo para una publicación, para un concurso, etc.

En el caso de que os encontréis una fotografía vuestra en una publicación, una web o un escaparate, sin haber dado vuestro consentimiento, podéis optar por tomar prueba y testigo de ello para presentar demanda y pedir que retiren inmediatamente vuestras imágenes en el caso de que así lo deseéis. No tenéis por que hacer nada si no os molesta e incluso puede que os haga ilusión.

En mi caso soy muy respetuoso con este tema y siempre informo a mis clientes de su derecho de imagen y de mi derecho de autor, y hago constar en el contrato su decisión o acuerdo.

Claro está que este derecho va en nuestra contra, ya que nos limita las posibilidades de mostrar nuestro trabajo a las parejas que quieren conocer como hacemos los reportajes de boda. 

Es normal que no todas las parejas estén de acuerdo con que mostremos sus fotos o vídeos. Pero si nadie nos dejara enseñar al menos parte de su reportaje de boda, se nos presentaría un problema obvio: los futuros novios no podríais conocer como trabajamos ninguno y tendríais que contratar al fotógrafo de bodas a ciegas.

Por ello, y para ayudar a otros novios a que encuentren a su fotógrafo de boda ideal, mi consejo es que deis ese consentimiento para publicar o enseñar al menos parte del reportaje como muestra de trabajo, pero para nada más (presentar a un concurso, cederlas para bancos de imágenes, etc.). Cada uso requiere un permiso y si no lo queréis dar hay que respetarlo.