Aunque sobre gustos no hay nada escrito y la última palabra la tiene la novia en la elección de su look final, lo cierto es que a la hora de elegir el peinado para la boda, lo mejor es dejarse aconsejar. Así, el peinado debe ir acorde con la personalidad de la novia, con el vestido elegido y con el tipo de maquillaje que se lucirá ese día.
Para una boda de lo más elegante y clásica, lo mejor es un recogido de lo más sofisticado; pero si, por el contrario, la ceremonia es informal, así como tu vestido nupcial, lo mejor es un semirecogido, el pelo suelto con amplias ondas y adornado con flores o una trenza con aires bucólicos. En este último caso, incluso puedes optar por una preciosa coleta, alta o baja, rematada en unas flores silvestres o anudada con un delicado lazo de satén o terciopelo en colores como negro, rojo, azul klein o rosa empolvado.