¿Quieres tener la piel radiante el día de tu boda? No te pierdas estos consejos

Para tener la piel cuidada ese día, no recurras a los tratamientos milagro que no harán nada. Lo mejor es tener desde siempre un buen cuidado y rutinas de limpieza e hidratación diarias. Pero sabemos que la pereza y las prisas diarias son malas compañeras para hacerlo efectivo cada noche. Si eres de las que lo cumple a rajatabla no tendrás problema para llegar en perfectas condiciones al tratamiento perfeccionador meses antes de la boda. 

Un cuidado donde también se incluye una alimentación rica en super alimentos, así como mayor consumo de frutas, verduras o de hortalizas antioxidantes para que tu piel luzca luminosa y con un tono uniforme. 

Así, lo mejor es que todos los tratamientos que te hagas en el rostro finalicen un mes antes del día señalado para que puedas comprobar los efectos maravillosos y tu cara no esté hinchada o con rojeces. 

Si tu problema son los granitos, lo mejor es limpiar tu cara y aplicarte productos exfoliantes suaves que no agredan la piel, la limpien de impurezas, así como hidratantes para evitar una mayor secreción de grasa en tu cara y que haga que esté más seca. Tranquila si aparece un pequeño grano la noche anterior. Es lo que tienen los nervios de esos meses. No te preocupes, con un corrector, tu maquilladora sabrá cómo disimularlo sin que nadie lo note. Ni siquiera el novio al darte el primer beso de casados. 

Además, un par de meses antes de la boda te puedes hacer un suave lifting facial con productos naturales para rejuvenecer esas pequeñas arrugas de expresión que se empiezan a notar pasada la treintena. Al mismo tiempo puedes iniciar un tratamiento para eliminar y atenuar las antiestéticas manchas. Para combatirlas usa un sérum, fluido, crema y mascarilla. Así lograrás que tu piel esté luminosa y sin rastro de esta coloración en algunas zonas. 

Por último, un par de días antes es el momento ideal para hacer la depilación facial para ese día, así como realizar una sesión para hidratar al máximo la piel y que esté perfecta ese día de tantos nervios y emociones a flor de piel; y nunca mejor dicho. Y date el capricho de ponerte una mascarilla relajante que termine en un suave masaje. ¡Dedícate estos últimos instantes!