Cuida tu piel en casa: mascarillas y exfoliantes caseros con café
Y es que el café tiene muchos beneficios a la hora de consumirlo, de los que hablaremos a continuación. Pero tranquila, si estás tratando de cuidar tu línea y te preocupa el número de calorías del café con leche, también vamos a enseñarte como aplicar el café en tu piel para devolverle el brillo que ha perdido.
Beneficios de consumir café para tu cuerpo
Todos consumimos café todos los días (algunos más del que deberíamos), pero es posible que desconozcas el efecto que tiene en tu cuerpo consumirlo.
- Sus propiedades antioxidantes previenen la aparición de las odiosas arrugas prematuras.
- Su cafeína te ayudará a bajar la hinchazón de tus ojeras, ya que activa la circulación. Ésta también es útil para protegerte de los rayos ultravioleta, previniendo enfermedades como el cáncer de piel.
- El café es rico en polifenoles, quienes aumentan la hidratación de tu piel consiguiendo reducir la sequedad.
A todos estos beneficios que te aporta el consumir café, hay que sumarle la potente acción que tiene aplicarlo directamente en la piel:
- Las propiedades revitalizantes de este ingrediente potencian la firmeza del rostro, aportando luminosidad a la piel para parecer más joven.
- Gracias a la cafeína, serás capaz de combatir la celulitis y la piel de naranja. Facilita la eliminación de depósitos de grasa acumulados, aumentando la quema de grasa. Usándolo mediante suaves masajes, también podrá difuminar las varices y prevenir que vuelvan a salir.
Debes saber que el uso más extendido del café para la piel es como exfoliante, ¡y no nos extraña! Entre todos sus beneficios, retira el exceso de pieles muertas, ayudando a las células de tu rostro a regenerarse mejor, y te ayudará a deshacerte de manchas oscuras en tu piel.
También tiene un efecto astringente, lo cual significa que producirá en tu piel una acción cicatrizante, antiinflamatoria y antihemorrágica, favoreciendo la circulación.
Mascarillas y exfoliantes caseros con café
Hacer tu propia mascarilla o tu propio exfoliante casero con este producto es más fácil de lo que piensas. Te dejamos algunas recetas de mascarillas y exfoliantes que a nosotros nos han encantado.
Mascarilla de café con leche y limón
Esta mascarilla es sumamente efectiva para deshacerte de esos granitos tan molestos que no deseamos. El limón y su vitamina C, actúa sobre prácticamente todos los posibles problemas que tengas en la piel, pero para el acné es perfecto. Elimina puntos negros y granos, y combate las manchas oscuras blanqueando tu piel de manera natural. Úsala solamente de noche, es importante que el limón no entre en contacto con el sol.
Necesitas:
- 3 cucharadas de café molido
- Un chorro de leche
- 3 o 4 gotas de limón
Añade el café en un recipiente y agrega la leche poco a poco hasta lograr una pasta espesa parecida al yogur cremoso. Ten en cuenta que si te pasas de líquida, no aguantará en tu piel, pero siempre puedes añadir más café para espesarla. Una vez hecho esto, agrega el ingrediente blanqueante: el limón.
Aplica la mezcla en tu rostro, mediante movimientos circulares y suaves, haciendo especial hincapié en la zona T (frente, nariz y barbilla) y evitando el contorno de ojos y boca. Déjalo actuar durante 20 minutos y retírala con agua tibia. Procede a la limpieza e hidratación habitual de tu cara.
Mascarilla de café y aloe vera
Si lo que le hace falta a tu piel es hidratación, esta mascarilla es la tuya. Con ella facilitarás la producción de colágeno, debido al aloe vera.
Necesitas:
- 3 cucharadas de café
- 2 cucharaditas de aloe vera (si es directo de la planta mucho mejor)
- Media cucharadita de miel
- Media cucharadita de de aceite.
Aplica masajeando delicadamente en círculos y deja reposar unos 20 minutos. Retira con agua como en el anterior caso.
Mascarilla de café para pieles sensibles
Igual que pasa con las cremas, también hay una mascarilla de café para cada tipo de piel. Si tiendes a tener irritaciones o rojeces en tu rostro, no te preocupes y utiliza esta mascarilla sin miedo.
Necesitas:
- 1/4 de taza de café molido
- 1/4 de taza de miel
- 1 cápsula de vitamina E
- 1/2 taza de avena
Mézclalo todo hasta que forme una pasta homogénea. Después de haberte limpiado la cara, aplícate la mascarilla como ya has aprendido en este artículo. Para secarte la cara tras aclarar la mascarilla, sécala con un paño de rostro dando pequeños toques.
Mascarilla de café para pieles grasas
Una mascarilla que también hará su papel como exfoliante. Ideal para pieles grasas, ya que eliminará la grasa de tu rostro, lo limpiará en profundidad y contribuirá a eliminar los poros.
Necesitas:
- Una cucharada de café instantáneo
- Una cucharada de bicarbonato
- Una cucharada de azúcar granulada
Mezcla todo en un recipiente y ve añadiéndole agua hasta conseguir una pasta. Aplica en cara y cuellos, después de limpiarlos, en movimientos circulares. Déjala actuar durante 20 minutos y retira con agua tibia. Por último, realiza tu rutina de limpieza e hidratación diaria.
Mascarilla de café antiarrugas
Gracias a los antioxidantes del café combinados con el ácido láctico y aminoácidos de la leche, esta mascarilla conseguirá que tu piel vuelva a estar hidratada de nuevo, recuperando además elasticidad y mejorando la circulación.
Necesitas:
- Tres cucharadas de café molido
- Un chorro de leche
- Un poco de yogurt natural
Mezcla los 3 ingredientes en un bol hasta obtener una pasta cremosa que puedas aplicarte. Lo mejor será que añadas la leche poco a poco para que no quede demasiado líquida.
Aplícate la mascarilla como siempre: con suaves movimientos circulares en la cara y el cuello. Y déjala actuar de 15 a 20 minutos.
Retira la mascarilla con un paño humedecido con agua tibia. Lo ideal es que evites frotar e intentes quitártela con suaves toques.
Exfoliante casero con café
Como te decíamos al comienzo de este artículo, el uso más extendido del café en el mundo de la belleza es como exfoliante.
Prepararlo es súper sencillo: además del café, tan solo debes añadir un ingrediente que consiga una mezcla con una textura parecida a los exfoliantes que venden en tienda.
Puedes utilizar miel, aceite de almendra o coco, incluso tu propia crema hidratante, o lo más básico, un poco de agua para conseguir la pasta.
Recuerda, como con cualquier exfoliante, lavarte bien la cara antes de aplicarlo con movimientos suaves y circulares.
También es importante que no dejes el exfoliante más de dos minutos en tu piel, así como limpiarte bien al terminar para después aplicarte tu crema hidratante habitual.