Y es que la elección de este tono tan de tendencia en los últimos años no resta ni un ápice de elegancia al hombre el día de su boda, pero se añade la originalidad de cambiar de color y que no sea siempre el sobrio negro. Si atendiéramos al protocolo, lo más correcto sería el uso del color azul para bodas a partir de las 6 de la tarde; sin embargo, hoy día tampoco es demasiado obligatorio seguir a pies juntillas lo que marcan las pautas más formales para las bodas.
Así, se puede optar por un conjunto monocromático en el que la chaqueta, pantalón, chaleco y corbata o pajarita vayan en el mismo tono de azul. Aunque siempre se puede dar un toque de azul más claro, no en exceso, para complementos como chaleco y corbata/pajarita. Para gustos los colores, pero lo mejor es que la camisa que acompañe al traje siempre sea blanco. Y los zapatos, o negros o marrones son los tonos que mejor combinarán.