

Una boda campestre entre girasoles y balas de paja
Una de esas bodas que parecen sacadas de Pinterest, de las que son pura inspiración y nunca creerías que se hayan realizado en España. ¿Una boda campestre de esas con los tradicionales graneros estadounidenses? ¿En la que la novia se enfuda sus botas camperas durante todo el día? Pues sí, de esas.
Fotos: Javier Gurrea
Olga y Héctor lo tenían muy claro. Querían una boda informal, sin protocolos, en un granero y llegar en sidecar. "Nos preocupaba mucho el estilo visual de la boda ya que queríamos simular un granero y, la verdad no era tarea fácil, había mucho que ambientar, buscar todo un hilo conductor para la boda, hacer rinconcitos agradables... pero creo que lo conseguimos con la ayuda de las chicas de Romeos y Julietas." nos cuenta Olga.
Con la invitación y el dress-code, los invitados tuvieron una pista importante de la gran boda campestre que se avecinaba. "Queríamos que la gente estuviera a gusto sin tener que ir de punta en blanco, por eso hicimos un dresscode donde queríamos expresar que cada uno fuera como más cómodo se sintiera. Vaqueros, faldas, pantalones... todos estaban invitados. Queríamos que se lo pasaran bien no queríamos protocolos, intentamos huir lo máximo de ellos. Intentamos que la gente fuera participe en todo momento.Y para ello, yo misma decidí también ser un poco informal llevando en algunos momentos la cazadora vaquera y calzandosiempre las botas camperas", explica la novia.
Fotos: Javier Gurrea
Así, balas de paja, flores silvestres, eucalipto, sombreros de paja, cajas de madera, barriles, manzanas y girasoles también fueron invitados a una preciosa ceremonia civil al aire libre, donde la lluvia también apareció sin restar nada de protagonismo a la magia y la emoción del momento, con la que tanto colaboró Kira, la perrita de los novios.
¿Y en la celebración? ¡Efecto conseguido! El techo del salón fue decorado con bombillas y telas vaporosas para crear un ambiente acogedor, las paredes anaranjadas, las flores y la decoración terminaron de dar ese aspecto "country" que los novios buscaban. Los manteles, las minutas, los meseros, el seating plan y otros bonitos rincones hacían que se respirase boda campestre por todos los poros de la piel.
Entre otros detalles, cabe destacar una sensacional candy bar en la misma paleta de color que el resto de la boda, así como los regalos para los invitados. "Hubieron botellas de vino para los hombres, plantitas de aloe vera para las mujeres, hueveras con calcetines de recién nacido para las embarazadas y para los niños:, chuches, pulseras, lienzos con pinturitas…"
Una boda para soñar, despertar y volver a soñar con que "sea lo que sea y desees lo que desees, tu boda es posible".
Vestido de novia: Marylise, modelo Reno
Complementos: Chaqueta vaquera Levi's y botas camperas Sendra
Traje del novio: Ramón San Jurjo
Ramo, corona y flores: El Jardín de Mamá Ana
Lugar de la celebración: Masía El Ferrajón
Fotografía: Javier Gurrea
Wedding Planner: Romeos y Julietas
Catering: Catering Cinco
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