Cómo elegir la fecha de la boda: consejos y creencias

Entre las muchas opciones para casarse, el elemento fundamental es el día y el mes de la boda.

Obviamente, el primer factor que influye en la elección, será dictado por el corazón: si eres de la gente que ama el verano, en el que es necesario que el sol y el calor pueda despertar vuestros sentidos y dar lo mejor de vosotros mismos, la elección va a caer sin duda entre los meses de abril y septiembre.

Si te gusta el ambiente romántico de otoño e invierno, si el frío no te asusta y te fascina la nieve, puedes elegir tu día entre los meses de octubre y marzo.

Pero no siempre se puede escuchar solamente el instinto: otras variables entran en juego para la elección del día de la boda.

La primera de ellas, es la disponibilidad del lugar donde la ceremonia se llevará a cabo, y aquel en el que se celebrará la recepción. Basta pensar, por ejemplo, que algunas iglesias tienen listas de espera de más de un año, sobretodo en las ciudades más grandes o templos más conocidos.

También se debe tener en cuenta la luna de miel y el clima del lugar donde se decide ir: sin duda, no es aconsejable buscar un destino para la luna de miel durante la temporada del monzón, ya que vuestro idílico viaje se estropearía.

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Creencias y supersticiones en la elección del día de la boda

El factor de curiosidad a tener en cuenta en la elección del día y el mes de la boda, es el conjunto de creencias y supersticiones populares relacionados con el mundo de la boda.

Muchos son los proverbios, rimas y dichos al respecto, algunos de estos también contradictorios.

Una creencia localiza el lunes como el día que trae buena salud, como día propicio dedicado a la luna, estrellas y diosa de las novias.

Martes es día de la riqueza segura (lo que contradice el dicho “martes y trece ni te cases ni te embarques).

Un día muy auspicioso el miércoles, mientras que el jueves traerá a la novia el dolor.

Y si para los cristianos, el viernes es un día de ayuno, penitencia y castigo, no es un día adecuado para momentos de convivencia y los "amantes del placer". Para un no-creyente, es sólo el día dedicado a Venus, diosa del amor.

El sábado, el día más solicitado por las parejas para celebrar su boda por razones prácticas, (podemos trasnochar y el domingo descansar). Sin embargo, es considerado por la superstición popular como el día más desafortunado para casarse.

En los siglos pasados, y sobre todo en los pueblos, por lo general los matrimonios se celebraban y se celebran en domingo, aunque los sacerdotes prefieren no celebrar bodas en este día para dedicarse por entero a los fieles en la misa del domingo.

Creencias y supersticiones para la elección del mes para la boda

Enero es un mes que trae el afecto, la bondad y la lealtad; en febrero, el mes del amor, es el mejor para tomar la decisión crucial o no arrepentirnos de no haberlo hecho. Marzo y abril son meses de alegría, no se puede elegir en cualquier circunstancia; mientras que junio es el mes dedicado a Juno, la diosa del amor y el matrimonio. Junio ​​también traerá a los recién casados ​​ la suerte de viajar mucho, tanto por tierra como por mar.

Julio es trabajar para ganarse la vida, mientras que agosto será garantizar una vida llena de cambios.

Septiembre será llenar de felicidad y riqueza a los recién casados, mientras que octubre traerá mucho amor, pero a costa de dinero que va a ser difícil de alcanzar.

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Noviembre y diciembre darán felicidad, con la nieve que asegurará de que la novia y el novio tengan amor eterno.

No es indicado casarse en el día del cumpleaños de ninguno de los cónyuges. En el caso, sin embargo, de que la pareja naciera el mismo día, este será, con mucho, el mejor día del año para casarse.

Para facilitar el destino del matrimonio, el enlace debe ser celebrado antes de la puesta del sol.