¿Estás lista para casarte?

Sí quiero…. Una decisión trascendental. Una decisión que implica la unión con la otra persona para toda la vida. Es posible que las dudas para saber si estás preparada para asumir el compromiso comiencen a surgir cuando la fecha de la boda está cerca, más allá de haber estado o no conviviendo con tu pareja antes de decidir casarte. Ciertamente, el amor, las ganas y las ilusiones tienen que sentirse con mayor intensidad que las dudas al respecto.  

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 Los miedos parecen que pueden acechar o igual no…. Lo que sí está claro es que el matrimonio se construye en el día a día, sobre la base del amor,  el respeto y la tolerancia para poder controlar sentimientos y situaciones cotidianas. El aprendizaje para negociar de manera permanente. Gran parte de tu tiempo y espacio será compartido con esa persona. Un trabajo de dos!!

¿Te sientes bien con tu pareja para compartir una vida a futuro? ¿Deseas formar una familia con esa persona?.... ¿Estás lista para dar el sí?

Roberto González

Existen algunos indicadores que nos pueden ayudar para saber que estamos listas para el gran lazo:

Un proyecto de vida a futuro.  La importancia de querer caminar juntos en la misma dirección, con intereses comunes en un proyecto de vida en conjunto con perspectivas de futuro.

El/ella, la persona indicada.  En tu corazón,  en tu mente, en tu alma sientes que es la persona con quien quieres pasar el resto de tus días…. Es con esa con quien te visualizas para compartir el resto de la vida hasta que las arrugas comiencen a aparecer y mucho más…

Un equipo total. La ayuda y el apoyo son mutuos y siempre entre ambos… Hacéis un equipo, y efectivamente el matrimonio es un equipo.  En ningún momento la pareja debe implicar una carga; ninguno de los dos debe sentirse forzado u obligado a tomar la decisión de casarse. La reciprocidad como premisa básica ante todo.

La madre y el padre de los hijos. Puede que el tema de la maternidad y la paternidad no haya sido de interés hasta ahora,  pero desde que conociste a tu novia o novio, hasta te proyectas  caminando en el parque los domingos y disfrutando de la playa con tus dos peques… Una buena razón para desear pasar por el altar.  

Diversión entre dos. Aprecias y admiras su carácter, su  personalidad y  sonrisa y te lo pasas muy a gusto siempre. El buen humor está presente; y las pequeñas cosas que siempre te molestaban en tus relaciones anteriores, ya no te importan o has aprendido a aceptarlas sin que te cause disgustos.

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Esfuerzo y comunicación. Paciencia y negociación permanente… Porque la convivencia y la estabilidad de la pareja requiere de muchos esfuerzos. No hay duda, de que el amor tiene que estar acompañado con una comunicación fluida y eficaz. Ya habéis aprendido a expresar vuestros sentimientos con libertad.  

Cambiará después del matrimonio. Hay que tener mucho cuidado con esa idea de que la pareja cambiará con el matrimonio. Lo que no se puede arreglar o reconducir antes, es posible que se agudice después y la relación sufra de desgastes. De ahí la importancia de no forzar las situaciones.

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