Amor a prueba de todo

Cuando ya han transcurrido los momentos de éxtasis tras la boda, viene la cotidianidad en pareja como marido y mujer. Las circunstancias y los quehaceres del día a día formarán parte de la convivencia. Para poder convivir de la mejor manera y feliz hay que estar atentos a ciertos aspectos importantes para evitar conflictos.

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Meses enteros dedicados a la organización de la boda... Luego la vuelta a una nueva realidad ya como pareja de casados. Aunque en su mayoría hoy en día los novios ya conviven juntos antes de casarse, la emoción y las ganas por el inicio de una vida en común se deben mantener. No obstante, hay ciertos aspectos importantes a considerar para evitar que produzcan problemas en la convivencia. Aquí repasamos algunos:

 La situación económica por la que actualmente atraviesa España, sin duda, ha afectado el bolsillo de muchas parejas y puede ser la causa de ciertos conflictos. No olvides el compromiso adquirido de amarse y respetarse en las buenas y en malas circunstancias para que el dinero no se convierta en un obstáculo en la relación. Una recomendación es sincerar los gastos mensuales y extras, al tiempo de establecer un presupuesto, de acuerdo a las posibilidades de ambos. Siempre alguno de los dos se les da mejor el tema "números"...

atípico estudio fotográfíco

La distribución de las labores del hogar. A veces no somos conscientes de las bondades del verbo “compartir” en todas sus acepciones. La carga de las labores del hogar no puede recaer en una sola persona, pues a la larga se convertirá en una fuente de conflictos y resentimientos. Lo ideal es que ambos se distribuyan los quehaceres, según la disponibilidad de los horarios y gusto de cada uno. Más aún cuando hay hijos que requieren de tanta atención y cariño permanente.

 Joaquín Corbalán  

Caminar juntos en una misma dirección es una de las premisas más fundamentales en la convivencia en la pareja. El saber compartir los intereses y aficiones en comunes y el respetar el espacio de cada uno es vital para poder convivir y llevar una vida común sin tantos inconvenientes o roces.

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La frase de “no soporto a mi suegra”, es muy recurrente en las parejas de casaderos. Aunque no nos casamos con la familia de nuestro novio o novia, saber compartir y relacionarnos con las familias respectivas es un don importante para evitar conflictos, malos tratos y situaciones incómodas. Al decidir llevar una vida en común, se amplía el círculo familiar y eso hay que saber apreciarlo y valorarlo. La educación y el respeto por encima de todo.

Las discusiones y las opiniones encontradas son parte de la vida cotidiana, pero el saber sobrellevarlas, evitarlas y negociarlas debe ser uno de los propósitos como pareja. La necesidad de expresar las emociones, de decir lo que no nos gusta a tiempo, el saber manejar los sentimientos de culpa… forman parte del crecimiento como pareja.

Los momentos de crisis que puedan producirse  y las etapas más difíciles nos ofrecen oportunidades de crecimiento, de consolidar aún más la relación y de aprender  lecciones de tolerancia y de respeto. Por eso no olvidemos la importancia de regalarnos momentos especiales y de romper con la rutina para cultivar el amor.  ¡Tú y yo forever and ever!

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