En tus brazos

Como toda costumbre, no existe una única explicación sobre el origen de la romántica tradición de cruzar el umbral de la puerta con la novia en brazos.

Algunas personas la atribuyen a la costumbre de algunas tribus, en especial los Godos, que no contaban con mujeres suficientes y por ello los hombres adultos debían raptarlas de las tribus vecinas, llevándoselas en brazos o a caballo sin que pudieran pisar el suelo. Hasta hace un tiempo, en el Amazonas todavía se realizaban estas prácticas para conseguir descendencia.

En la antigüedad era frecuente que la mujer no acudiera al matrimonio por voluntad propia, ya sea porque su boda había sido previamente arreglada o por haber sido secuestrada, entre otras razones. En estos casos el esposo “obligaba” a la mujer a traspasar el umbral y desde ese momento ella aceptaba la condición de esposa. Otra leyenda recalca el hecho que antiguamente la esposa entraba por primera vez al nuevo hogar luego de la boda. Para los Romanos, era de mala suerte que tropezara o cayera, por ello era el esposo quien debía llevarla en brazos para así evitar la tentación del destino.

También existía la creencia que aquel miembro de la pareja que entrase primero al domicilio conyugal sería quien llevaría las riendas del matrimonio. Era conveniente entrar con el pie derecho y evitar tropezar para no atraer la desdicha al nuevo hogar. Es así que la sabiduría popular resolvió el problema al establecer que sea el esposo quien debía cruzar el umbral con su mujer en brazos, así entrarían ambos al mismo tiempo y evitaban los posibles tropiezos de la esposa, más propensa a este tipo de contratiempos por su condición de mujer, dentro de una sociedad claramente machista.

Otra interpretación, es que se hacía para protegerla de los malos espíritus que pudieran esconderse en el umbral. Hace algunas generaciones se consideraba que para que la flamante esposa se mostrara dispuesta de entregarse al esposo, este debía llevarla en brazos atravesando el umbral de la puerta del dormitorio nupcial, motivándola con ello a entrar. Con el devenir de los tiempos se cree que este rito es para atraer la buena suerte y la fertilidad a la pareja; aunque lo más extendido es creer que se debe a un acto simbólico de “rapto” por parte del novio.

Una linda manera de comenzar, en brazos de tu amado esposo!!!!

Jenny León