Una escapada entre la riqueza cultural de Portugal
Nada como una escapada romántica para hacer un alto en los preparativos de boda, o bien para sorprendernos como pareja de casados. Portugal cuenta con un rico Patrimonio cultural distinguido por la Unesco. Hoy nos damos un paseo para descubrirlo.
Foto: www.visitportugal.com
Historia, cultura arte y arquitectura… Parte de la propuesta que ofrece Portugal para vivir una experiencia única como viajeros del mundo, o si queremos hacer una pausa y relajarnos antes de la celebración de nuestra boda, o disfrutar una escapada romántica como pareja de casados.
Distinguido por la Unesco en varias ocasiones por su rico Patrimonio cultural, Portugal guarda innumerables muestras reflejadas en sus palacios, castillos, monasterios y museos que salpican de norte a sur el país. Un destino ideal para planificar una escapada romántica inolvidable.
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Empezamos por el Norte que ofrece un deleite por la historia a través de los estilos arquitectónicos con construcciones celtas, romanas, románicas, barrocas, neo-clásicas y ultramodernas. La región ofrece múltiples rutas culturales. La del Barroco discurre entre Lamego y Chaves. Lamego, con su santuario de estilo barroco es una ciudad de calles empinadas y pintorescas, donde se mezclan casas y murallas medievales. Merecen una visita la iglesia de Almacave, de fachada románica, la catedral gótica con su torre reclinada y las pinturas de Nicolau Nassoni.
Desde Chaves visitar Bragança y Miranda es muy sencillo. Domus Municipalis es un bello y raro ejemplo de arquitectura civil románica. Miranda, “Mir Andul” según los árabes, está muy cerca de la frontera con España. Es una ciudad peculiar, de raíces celtas, a orillas del Duero y en la que se habla un dialecto especial.
Disfruta el impresionante paisaje cultural del Duero, la primera región de vino del mundo al ser demarcada en 1756 y considerada Patrimonio de la Humanidad desde 2001, fue creada por el hombre durante siglos. Es una visita que merece la pena para sibaritas.
De visita obligada es Oporto, una de las más ricas y genuinas ciudades de este país. Para descubrirla una opción es el Circuito de la Sé. Discurre desde la Sé Catedral y palacio episcopal, pasando por el Teatro de São João con su impresionante fachada, hasta la Estación de São Bento. Su zona ribereña puede visitarse siguiendo el Circuito de la Ribera que parte de São Nicolau y pasa por la Casa do Infante. En la calle Ferreira Borges se encuentra el Instituto del Vino de Porto.
Arte e historia en Lisboa
En la región de Lisboa hay numerosos lugares llenos de historia y arte. El monasterio cisterciense de Alcobaça, el Monasterio de Batalha, obra maestra del gótico portugués; y el Convento de Cristo en Tomar, sede de la Orden de los Templarios.
En torno a una de las más bellas sierras portuguesas - Sintra – se encuentran palacios y museos únicos en entorno y paisaje con una riqueza extraordinaria. El Palacio da Pena, visita obligada en Sintra, es el más romántico de Portugal por la reconstitución fantasiosa y neo-manuelina de un palacio al gusto del romanticismo. A pocos kilómetros de Sintra, en Queluz, la visita palaciega llega al que fue residencia de verano de la familia real y, en Mafra, al palacio-convento-basílica, el mayor edificio portugués construido en el siglo XVIII.
Desde aquí, merecen una visita Cascais y Estoril. Situados junto al mar, se convirtieron a partir de la 2ª mitad del siglo XIX en estaciones de veraneo muy de moda, las preferidas de la aristocracia. Palacetes y bellísimas villas fueron construidas y algunas de ellas, hoy transformadas en museos, pueden ser visitadas.
Lisboa, capital de Portugal, filmada, cantada y descrita por artistas y visitantes de todo el Mundo es una visita en sí misma. Culturalmente, ha conseguido aunar un pasado como uno de los grandes puertos de mundo, con museos, monumentos y tradiciones que lo atestiguan, y un presente marcado por una nueva puerta abierta al Mundo del siglo XXI, con museos contemporáneos, acontecimientos culturales de renombre y una forma de vida de ciudad cosmopolita. Además, ofrece una interesante oferta de hoteles para todos los gustos y presupuestos.
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Lisboa es famosa por sus monumentos de arte manuelino, como la Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos, ambos Patrimonio Mundial. También son recomendables la Catedral y el Padrón de los Descubrimientos, un homenaje a los grandes navegantes portugueses. El Castillo de San Jorge, donde asistir a una proyección sobre la evolución de la ciudad; la Iglesia de San Roque, uno de los primeros centros de los jesuitas en Portugal; la Basílica de Estrela, transición del barroco al neoclásico.
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La oferta de museos es muy amplia y variada: el Museo de Arte Antiguo donde está expuesto el tríptico Tentaciones de San Antón, de El Bosco; el de la Fundación Calouste Gulbenkian; el Centro del Arte Moderno y el el Museo do Chiado. Además de la Fundación Arpad-Szènes / Vieira da Silva, que guarda la obra de la pictórica portuguesa más famosa en el mundo.
No hay que dejar Lisboa sin conocer sus barrios históricos: Alfama, Castelo y Morería, Bairro Alto, Chiado y Bica, con su tradicional funicular; y la Baixa.
Conquistas en la ruta del vino
En el Centro de Portugal están escondidas aldeas históricas, hechas de granito y pizarra que guardan historias sobre conquistas y tradiciones antiguas.
Los castillos de la frontera fueron baluartes indispensables para la defensa del territorio. Se trata de un conjunto de castillos que simbolizan las más profundas y remotas raíces que ayudan a comprender la cultura y vivencia de los portugueses. En su mayoría, están clasificados como monumentos nacionales, remontándose a los siglos XI, XII y XIII. Para recorrerlos existe la Ruta de los 20 Castillos.
Otra ruta bien distinta, es la del Vino de Dão. Recorre una región vinícola de larga tradición que sorprende por los aromas, los paseos, el mismísimo río y los excelentes vinos que ahí se producen... Rodeada por las sierras de Estrella y Caramulo, esta ruta permite visitar algunas de las fincas productoras de vino Dão y disfrutar del placer de descansar en una casa señorial, como Casa Abreu Madeira, en Canas de Senhorim, Solar de Torrozelo, en Seia, o Casa de Fataunços, en Vouzela.
La Ruta de la Historia parte en Coimbra. Su centro histórico es el testigo de la historia universitaria de la ciudad. También la orilla izquierda del Mondego merece una visita. Allí se sitúan Portugal dos Pequenitos, que encanta a grandes y pequeños, y las iglesias de Santa-Clara la Vieja y la Nueva. Al sur de Coimbra se encuentran las ruinas del mayor legado romano en el país: Conímbriga. Patios revestidos de mosaicos policromados, jardines de hasta 500 chorros de agua que funcionan gracias a un complejo sistema de canalizaciones, murallas defensivas de hasta 4 metros de altura…
Évora es una referencia imprescindible para quien viaja al Alentejo motivado por la temática del patrimonio. Catalogada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, ocupa un justo lugar destacado en cualquier itinerario de turismo cultural.
Su patrimonio arquitectónico y artístico es tan omnipresente e impresionante que, por sí sólo, guía los pasos de aquellos a los que les gusta caminar sin rumbo: del romano al neoclásico, pasando por el gótico y por las diferentes expresiones del manuelino, del renacimiento al barroco, todas las épocas de la historia están documentadas con obras que nos llenan los ojos y el alma.
Historia y relax en el Algarve
Leyendas de casas tradicionales, castillos y vías romanas esperan en el Algarve. Esta región de Portugal posee dólmenes del Neolítico, a través de vías romanas y recorriendo la historia de los descubridores y el pasado árabe… Tierra de ferias, folclore y artesanía en aldeas de casas blancas, e historias…
Aunque ciertamente el Algarve sea más conocido como lugar de magnificas playas y inviernos espectaculares con los almendros en flor, una visita a la reserva natural de la Ría Formosa merece la pena durante el año entero.
El encanto de Azores
Las nueve islas de las Azores poseen un rico patrimonio histórico en el que destacan templos y artes balleneras. Angra do Heroísmo, en Terceira, y su centro histórico renacentista impresionan al visitante. Encrucijada entre el Nuevo y el Viejo Mundo, Angra fue “escala universal del Mar Poniente”. Merecen atención las casas de arquitectura tradicional, la Catedral, la Iglesia manierista de Nuestra Señora da Guia y el anexo Museo de Angra, así como el Palacio de los Capitanes Generales y la fortaleza de S. João Baptista.
El arte de vivir en Madeira
Madeira expone una vasta herencia cultural de 500 años que se remonta a la época de los Descubrimientos. Museos, iglesias, palacios casas solariegas, hábitos y costumbres populares, folclore y diversas manifestaciones artísticas… todos son expresiones de un arte de vivir sin par en el Atlántico. La hospitalidad y simpatía de sus gentes permitirán compartir su cultura, hábitos y costumbres.
Fuente: www.visitportugal.com