Idilio amoroso en Sri Lanka y las Maldivas

La seducción parece que aquí fluye en colores…Y es que la riqueza natural se combina con la belleza de paisajes únicos. ¿Dónde? En Sri Lanka. Uno de los rincones del mundo considerados con más valor natural y cultural. De cara a la luna de miel se presenta como un destino ideal, a partir de la dosis mesurada que tiene entre paisajes salvajes, cultura milenaria, naturaleza exótica y hoteles exclusivos pensados para celebrar el amor entre dos. ¿Os atrevéis?

Fotos: Viajan2

Pero, la propuesta se puede combinar con mucho más. Sugiere los paraísos acuáticos eternos en el archipiélago de las Maldivas, en sus 1.196 islas; de las que sólo 203 están habitadas. Una oportunidad única de experimentar su encrucijada marítima, al tiempo de vivir la mezcla de elementos inéditos de carácter árabe, africano e indonesio.

Ubicado al sudoeste de India, en el océano Índico, sus aguas ofrecen un deleite de fantasía que emerge entre los turquesas y azules, hasta  integrar un jardín de ensueño con sus barreras de coral y blancos lechos de arena. Sin duda, un recorrido romántico para recordar por siempre.

 Todo esto y mucho más no se queda en sueños o ilusiones. Es posible en un itinerario de viaje de siete noches en Sri Lanka, visitando sus lugares emblema como Colombo (su capital),  Anuradhapura (Patrimonio Arqueológico de la Humanidad), Mihintale (cuna del budismo en el año 247 a.C), Sigiriya (donde yacen los frescos de las Divinas Damas, consideradas como una de las maravillas del mundo antiguo), Polonnaruwa; Dambulla, famoso por el templo-cueva más impresionante de Sri Lanka. Además de Kandy, ideal a la hora de embriagarse con las leyendas y el folklore, las plantaciones de té en Nuwara Eliya, así como la ruta que incluye Nuwara Eliya, Yala Park y Kataragama.

La agencia de viajes Viajan2 ofrece estas tentaciones, mediante un paquete que incluye billetes aéreos, alojamiento, desayunos, cenas. En Maldivas: billete aéreo, alojamiento, dos días para disfrutar de una cena bajo las estrellas, una escapada de aventura a una isla desierta, o simplemente para observar sus aguas infinitas, mientras se disfruta de un tratamiento de spa en la habitación de la pareja. El precio es de 3.800 euros por persona.