Luna de miel en Praga

Al pensar en un destino romántico, la ciudad de Praga salta como resorte. Un lugar con el que no pocos han soñado en pasear su amor por las calles de la ciudad, en un inigualable paseo nocturno, montados en un carruaje. Un ambiente de cuento de hadas que toma vida para aquellas parejas que eligen la República Checa para hacer realidad su sueño de luna de miel.    

Foto: Dagmar Veselkova

En pleno corazón de Europa, Praga, la capital checa es un lugar de ensueño independientemente de la época del año que se elija para visitarla. La primavera viste los cerezos del Parque de Petrín con miles de flores; y en otoño las coloridas hojas de los árboles vuelan por los muelles y en invierno una capa de nieve cubre los tejados y torres de la ciudad. La Praga de las cien torres es sencillamente un paraíso para aquellos que tienen un espíritu romántico durante cualquier época del año.

Foto: Martin Marak

Si hubiera que nombrar el lugar más romántico de Praga ese sería Patrín, un lugar por el que pasear y desde el que obtener unas vistas inigualables de la ciudad. La visita ineludible está junto a la estatua del escritor romántico Karel Hynek Mácha, donde se reúnen las parejas y, según la leyenda, el amor sellado aquí con un beso persistirá para siempre. Sin duda, un destino ideal para un viaje de novio inolvidable. 

Foto: Sxc.hu

Ambiente de romance absoluto

En el recorrido por Praga, hay que vivir el encanto indescriptible de la isla Kampa, justo debajo del Puente de San Carlos, en el barrio de Malá Strana. Kampa está separada de la tierra por un canal de molino llamado Certovka donde hoy en día se puede ver la rueda del molino girando. Justo detrás, hay un puentecito, en cuyas rejas las parejas cuelgan candados como símbolo de amor eterno.

Foto: Dagmar Veselkova

Este paseo por calles con casas de coloridas fachadas, rincones románticos y placitas es uno de los más hermosos de Praga. Al atardecer además, se puede ver en muchos sitios a un farolero vestido con traje de época, encendiendo manualmente las centenarias farolas.

Foto: Michal Vitasek

Otro de los lugares que no hay que perderse es el Palacio de Troja, en el que se han dado su “sí, quiero” miles de parejas de novios de todo el mundo. Los testigos de su boda han sido, por ejemplo, la monumental escalera barroca o el elegante jardín, catalogado como uno de los más bonitos de Praga.

Desde aquí se puede observar la perfecta armonía de la arquitectura y jardinería o ir al cercano Jardín Botánico. El invernadero llamado Fata Morgana, guarda un mundo de plantas y árboles exóticos en flor, donde las mariposas sobrevuelan sobre las cabezas creando un maravilloso ambiente, difícil de abandonar.

La esencia del romanticismo también se encuentra en el precioso barrio Nuevo Mundo, es decir, Novy Svet, cerca de la Plaza del Loreto. Un paseo entre casitas de colores con ventanas llenas de flores, a través de las que se puede ver a un artista local haciendo su trabajo, ya que tradicionalmente buscan este lugar único para sus estudios.

Foto: Sxc.hu

Foto: Sxc.hu

Y la visita a la Praga más romántica puede encontrar el cierre perfecto alojándote en un hotel de características únicas como:

Chateau St. Havel - Hotel wellness.  Un castillo neogótico totalmente reformado en el barrio de Praga 4, en medio de un parque Inglés con sus pequeñas lagunas idílicas y buenas conexiones con el centro histórico y comercial de la capital de la República Checa. 

Mamaison Prague Pachtuv Palace. Punto de referencia cultural y arquitectónica en sí mismo. El lujoso Mamaison Suite Hotel Pachtuv Palace es el hotel más cercano al puente de Carlos, en el centro de Praga. Ofrece un excelente servicio personalizado y un alojamiento histórico, romántico en el corazón de la ciudad. Fue la antigua residencia de Earl Karel Pachta, y una vez  la casa de Mozart.

Hotel Leonardo. A pocos pasos del Puente de Carlos y la Plaza Vieja, el hotel cuenta con 82 amplias y elegantes habitaciones y suites que han sido decoradas con piezas antiguas únicas de amplio patrimonio Art Nouveau de Praga.