Alquilar una villa privada para vuestra de luna de miel

La luna de miel es un momento único en que los pies raramente rozan con la tierra y las nubes suelen ser colchón de los recién casados. Las parejas buscan intimidad para vivir su amor sin límites a la vez que quieren perderse en lugares paradisíacos. Prefieren el calor y la seguridad del hogar pero con la comodidad y el lujo en la atención, más aún si se trata de parejas con niños o de un matrimonio de segunda nupcias.

Dinarobin Hotel Golf & Spa

Por eso, y ante esa necesidad, los más destacados grupos hoteleros como el grupo Beachcomber Hotels ofrecen impresionantes villas para los enamorados que viajan en pareja y, por supuesto, para aquellos que han dado el "sí, quiero" siendo ya una familia. Las ventajas son muchas y si al otro lado del cristal o de la terraza se funde el mar con arenas blancas de Isla Mauricio, entonces la sensación de estar en las nubes se multiplica aún más.

- Más intimidad. Las villas suelen estar repartidas entre exuberante naturaleza y alejadas del movimiento diario del hotel. Así, apartadas del resto de huéspedes y con sus estancias privadas compuestas de varios dormitorios, cocina, salón, cuartos de baño y terraza con jardín, las villas son un mundo aparte dentro del maravilloso y cuidado resort.

Dinarobin Hotel Golf & Spa

- Atención personalizada. Los novios son los dueños de la casa y sus peticiones son atendidas por un equipo de profesionales para que su estancia sea un híbrido entre un hotel donde el huésped sólo viene a descansar y un hogar con todas las comodidades. Así, la villa incluye la ayuda de un mozo personal durante toda su estancia, así como los servicios de un cocinero previa solicitud.

- Entorno único. Naturaleza, brisa marina, aire limpio, sonidos relajantes, rodeado de palmeras y acceso directo a una magnífica playa de arena blanca, y siempre en una de las zonas más espectaculares del lugar elegido, en este caso Isla Mauricio. Para que, ya sea de día o de noche, su experiencia sea lo más placentera para los cinco sentidos.

- Todas las comodidades de un hogar. Diversas estancias donde descansar, así como muebles y electrodomésticos de alta gama harán de la villa su segundo hogar. Elegante y confortable a partes iguales, las villas poseen cuatro dormitorios y tres cuartos de baño que ofrecen a cada miembro de la pareja o de la familia su propio espacio y privacidad.

Dinarobin Hotel Golf & Spa

- Máximo lujo. Piscina privada en cada villa, bar al aire libre, zona de barbacoa, terraza de diseño y elegantes muebles de madera. Y para seguir cuidando la intimidad y el ambiente lujoso para los recién casados, un conserje privado.

- Mayores privilegios. Sólo los huéspedes de las villas tienen el privilegio de acceder a unos servicios exclusivos pensados para complementar el fabuloso entorno en el que vivirá durante su luna de miel. Así, pueden cocinar delante de vosotros en la misma villa o mandar a hacer la compra con total tranquilidad.

- Mismos accesos a instalaciones del hotel. Todo el hotel de cinco estrellas, el Dinarobin, estará igualmente a su disposición: como el spa, sus diferentes restaurantes, el centro deportivo, las boutiques o el embarcadero.

Dinarobin Hotel Golf & Spa

- Más libertad. Imagina salir a dar un maravilloso paseo cogidos de la mano, por la noche y en una playa interminable para luego terminar dándote un refrescante baño en la piscina privada a solas con tu pareja. O comer al aire libre bajo un elegante cenador de la terraza en un ambiente íntimo y relajado en vuestra propia villa. O despertar sin prisas y sin horarios de desayuno cada mañana y que lo primero que veas sea el mar. Todas estas cosas sólo son posibles alquilando una villa para tu luna de miel.

Como ves, la estancia de tu viaje de novios aún puede ser más de película. Aún puede tenerte en la nubes y hacerte levitar de emoción, pero eso sí... querrás tener los pies en la tierra para no perderte ninguna de las extraordinarias sensaciones que te esperan en un entorno tan romántico y lujoso como en el que están ubicadas las villas de Beachcomber en Isla Mauricio.