Comienza la cuenta atrás GUILLERMO & KATE

La boda del año será real, un auténtico cuento de hadas protagonizado por el príncipe Guillermo de Inglaterra y su prometida Catherine Middleton. La pareja de moda se darán el sí quiero mañana en la londinense Abadía de Westminster. Este lugar siempre ha estado vinculado a la familia real inglesa, siendo durante muchos años iglesia real.



Este esperado enlace, al que se ha bautizado como la boda del siglo XXI, está considerado un acontecimiento de semiestado, una celebración para la Nación y el Reino a la que acudirán personajes clave de la realeza, política, economía y cultura procedentes de todos los rincones el mundo. Alberto de Mónaco y su prometida Charlene Wittstock, Máxima y Guillermo de Holanda, Victoria y Daniel de Suecia y los reyes Harald y Sonia de Noruega. También los Príncipes de Asturias y la Reina Sofía. Asistirán. además, 100 ingleses elegidos a mano alzada, un modo mediante el cual los novios aseguran la participación de pueblo británico en su enlace.

Los hermanos de los novios ejercerán un papel importante: Kate ha pedido a su hermana pequeña, Philippa, que sea su dama de honor, mientras el príncipe Guillermo ha querido que su hermano, el príncipe Harry, sea su padrino. La pareja ha elegido además, un total de seis pajes y damitas de honor.



Invitados y protocolo

En total, 1.900 personas han recibido el sobre con la invitación de la reina Isabel II, anfitriona oficial del enlace. Las invitaciones cuentan con un diseño, calidad del papel y tipografía muy cuidados. Clásica y elegante, la tarjeta es gruesa y de bordes dorados. El texto informa a los invitados de que la ceremonia se celebrará a las 11:00 horas en la Abadía de Westminster. Respecto al dress code, la invitación no incluye especificación alguna sobre cómo deben vestir las mujeres, por el contrario detalla que los hombres deberán llevar uniforme o frac.

La lista de invitados no sólo incluye a miembros de la realeza europea, también a personal militar, trabajadores de organizaciones de caridad, diplomáticos y amigos de los novios. Dos expertos en protocolo, Sarah Hayward y William Hanson, han dado algunas recomendaciones: “No llegar tarde. La reina debe ser la última persona en llegar a la iglesia antes de los novios y sus acompañantes”, asegura Sarah. “No se puede tocar a la reina ni tratar de iniciar una conversación con ella o con cualquier otro miembro de la Familia Real”, añade.

Sarah indica que, “aunque se tenga como tono de teléfono móvil el Dios salve a la reina, es mejor tenerlo apagado”. Twittear o actualizar el estado de Facebook desde el interior de la iglesia tampoco están considerados actos de buen gusto.

Secretos sin desvelar

A día de hoy, el traje escogido por Kate Middleton para el que será el día más feliz de su vida es un misterio absoluto. Aunque cobran fuerza los rumores que apuntan a que Bruce Oldfield pudiera ser el encargado de diseñar el traje. Tampoco se ha hablado de la tiara que lucirá la futura princesa, ni del destino al que la joven pareja irá de luna de miel. Sin embargo las últimas compras de Kate, lencería y varios trajes de baños, apuntan a que el destino será paradisiaco.



Lo que ya sí sabemos es cómo serán las tartas que Guillermo y Catherine compartirán con sus invitados durante el almuerzo que ofrecerá la reina Isabel II en su honor tras convertirse en marido y mujer. La primera y más importante, será una tarta tradicional de bodas decorada con las flores nacionales del Reino Unido: la rosa de Inglaterra, el cardo de Escocia, el narciso de Gales y el trébol de Irlanda. Guillermo y su prometida han pedido a Fiona Cairns, cuyos dulces se venden en las tiendas británicas más exclusivas, que prepare un pastel de varios pisos, con frutos secos y cubierta con un glaseado blanco.

Además de esta sorprendente creación, los novios han decidido servir un segundo pastel durante la recepción que tendrá lugar en el Palacio de Buckingham. Lo diseñará Paul Courtney de McVitie's Cake, quien ha confesado algunos de los ingredientes: chocolate negro y galletas trituradas.

Recorrido nupcial

En las cocheras del Palacio de Buckingham se esconde uno de los elementos que será sin duda uno de los más observados en el día del enlace: la 1902 State Landau, una carroza tirada por caballos en la que los recién casados realizarán su primer recorrido por Londres.



Un carruaje con historia, que ha sido utilizado durante décadas por la reina Isabel II, fue el mismo en el que el príncipe Carlos y Lady Diana, saludaron a los ingleses en 1981, tras su enlace. En caso de que el día sea lluvioso, la pareja irá en el coche de cristal de 1881, utilizado tradicionalmente por las novias reales en su trayecto al templo, incluidas la Reina Madre, la princesa Diana, la princesa Ana y la duquesa de York.

El hijo mayor del príncipe Carlos y Lady Di conoció a su prometida, en el año 2001, mientras ambos estudiaban historia del Arte en la Universidad de St Andrews, Escocia. El anuncio del futuro enlace se selló con un regalo muy especial de Guillermo hacia Kate. El mismo anillo que Carlos de Inglaterra regaló a Lady Di. Un espectacular zafiro de 18 quilates en color azul intenso, rodeado por 14 pequeños diamantes. “Así me aseguro de que mi madre no se pierde los momentos tan especiales que estamos viviendo”, declaro el primogénito de la desaparecida princesa de Gales.



El segundo en la línea al trono de Inglaterra pidió la mano a su amor de toda la vida en un marco paradisíaco ante un solitario lago, junto al Monte Kenia, la segunda montaña más alta de África. Guillermo, piloto profesional, sobrevoló con su novia el romántico enclave en helicóptero. Allí, con la preciosa estampa de los lagos Alice y Michaelson como telón de fondo, se declaró.

Tras la boda, la pareja vivirá en el Norte de Gales, donde el príncipe Guillermo continuará su servicio en la Royal Air Force.

Despedida de soltero

Según han publicado varios medios británicos, todo está listo para que el hijo mayor de Carlos de Inglaterra celebre este fin de semana su despedida de soltero. Así, Guillermo podrá olvidarse por unas horas de los preparativos de la boda y centrarse en disfrutar en compañía de su hermano, el príncipe Harry, y sus amigos de una velada “sólo para chicos”. El novio despedirá su soltería disfrutando de un día de actividades náuticas, como competiciones en lancha motora y esquí acuático, antes de rondar por la noche las barras de los bares costeros.