¿Por qué gustan tanto las bodas medievales?

La respuesta a la pregunta que planteamos en este artículo es simple: las bodas medievales gustan porque se salen de lo común. No hay nada peor que acudir a una boda por obligación en el que se repitan siempre los mismos clichés. Si organizáis una boda medieval, probablemente los invitados nunca hayan acudido a alguna, y se tomen el interés suficiente para asistir y participar. Si una boda es una fiesta, una de carácter medieval lo es todavía más. El buen ambiente estará asegurado.

Las bodas medievales ya se celebran en España

Sí, una boda medieval es una propuesta diferenciadora y nada te impide celebrarlo. Por ejemplo, la localidad alicantina de Villena celebra a principios de marzo sus conocidas Fiestas del Medievo. La parte antigua de la ciudad se transforma en un pueblo medieval coronado por el imponente castillo de la Atalaya. Desde hace unos años, celebran a los pies de esta edificación bodas medievales en las que participa toda la ciudadanía, además de los invitados al enlace.

La única condición es acudir ataviado con un traje a la altura, pero si deseas casarte en las Fiestas del Medievo en Villena, debes saber que hay lista de espera para próximas ediciones. Pero si deseáis organizar una boda medieval, no es necesario que acudas a esta población de Alicante para casaros. Podéis hacerla en el lugar que queráis, pero tened en cuenta estos aspectos para que sea un éxito.

Buscad un buen marco

Hablar de una boda medieval supone hacerlo de una época perfecta, por tanto, busca alguna ubicación que tenga una edificación de estas características donde celebrarse. Desde un castillo a una alcazaba, pasando por una vieja ermita o, simplemente, un jardín que puedas decorar a tu gusto con elementos de la época. Ya sabéis, hay gran cantidad de lugares en los que inspirarse y nuestra geografía ofrece muchísimos puntos para poder celebrar la boda medieval que deseéis.

Prepara a tus invitados

Es vuestra boda y son vuestras normas, así que tendrás que mentalizarte de decirle a vuestros invitados que deben acudir ataviados para tal efecto. Para ello será un reto, pero que no os quepa duda de que lo van a acoger con muchísima ilusión. Es importante que avises con tiempo suficiente porque conseguir un atuendo medieval puede no ser sencillo. Además, y tal como veremos ahora, hay otro tipo de aspectos que son diferentes con respecto a una boda normal.

El banquete nupcial

¿Sabéis que, en la época medieval, el uso de cubiertos no estaba extendido? Tampoco se trata de llevar la boda a tal extremo, pero es una buena oportunidad para ofrecer un menú de bodas diferente en el que el ambiente de hace 1000 años esté presente. Investigad un poco sobre lo que se comía en aquella época, quizás podéis darle una vuelta y obtener un menú a medio camino entre la tradición y la vanguardia. 

No dejéis de pensar en los niños si van a ir como invitados, para ellos va a ser una propuesta increíble y lo pasarán en grande. Escoged una animación que tenga como temática los bufones, las batallas y todo lo épico de ese periodo tan interesante de la historia.

Como en una boda cualquiera, debe haber animación musical. Es el momento para contratar un grupo especializado en este tipo de música, o bien apostar por la música celta. Bastará una gaita, una flauta y percusión para que tengáis buen ambiente asegurado durante toda la celebración. Los grupos de animación y los magos también pueden estar presente, sobre todo, si deseáis entretener a los niños.

Adornos florales

A la hora de elegir una decoración, basaos en elementos de la naturaleza y en flores naturales. Puede quedar algo realmente espectacular sin necesidad de realizar una inversión muy alta. Preguntad en el lugar de la celebración si podéis aportar vosotros vuestro toque personal para que esa boda tenga todo el carácter necesario para pasar a la historia.

A fin de cuentas, en la época medieval, la característica principal era la sencillez. Y lo sencillo siempre va asociado a algo efectivo, así que, es cuestión de ponerse manos a la obra y pensar en una decoración distinta.

Las invitaciones

Finalmente, otra de las cuestiones para tener en cuenta es la de las invitaciones. Podéis aprovechar para mandarlas como si fuesen pergaminos, o bien, utilizar un papel antiguo y un tipo de letra que imite a la escrita a mano. ¡Incluso podéis escribirlas en latín! No cabe duda de que será una fantástica tarjeta de visita y que hará que los invitados se motiven y deseen asistir.

Vuestra boda medieval puede ser una realidad, con solo tener presente algo de imaginación, mantener la ilusión siempre muy alta y elegir el lugar adecuado para que sea una fiesta única. La apuesta por algo diferente y que os colme de ilusión debe ser el eje principal para organizar una boda medieval que no se olvide y que sea histórica.