Las siete maravillas de Formentor en una escapada a Mallorca

El Coliseo de Roma, Machu Picchu en Perú, Petra en Jordania y Chichén Itzá en México son sólo algunas de las archiconocidas siete maravillas del mundo moderno. Lugares para fotografiar, inmortalizar en la memoria y visitar al menos una vez en la vida, pero que nada tienen que envidiar a paraísos más cercanos… Formentor. Esta pequeña península del norte de Mallorca acoge en sus apenas 20 kilómetros siete exclusivos enclaves equiparables a las siete maravillas del mundo: el paraíso a la vuelta de la esquina.

1. En algunos privilegiados rincones de Formentor la clásica pregunta que obliga a elegir entre playa o montaña no tiene cabida. La que por muchos es considerada la mejor playa de Mallorca, Cala Formentor, es una maravillosa ribera de agua cristalina bordeada por pinos y excepcionales vistas a la montaña.

2. Situado al extremo de la playa, el Hotel Barceló Formentor es sinónimo de lujo sosegado, clase y elegancia. Por él han pasado huéspedes ilustres y su extraordinario entorno es conocido por ser fuente de inspiración de escritores y artistas. Los últimos, Daniel Barenboim y Kiri Te Kanawa, protagonistas de la última edición del Formentor Sunset Classics que se celebra en el hotel todos los veranos. Un festival de música clásica que cuenta con el jardín del hotel como escenario y el atardecer más maravilloso de la isla como telón de fondo.

3. Contemplar los atardeceres desde el hotel, o desde otros recónditos lugares del cabo, es otra de las maravillas de Formentor. Observar la caída del sol directamente sobre el mar mientras sopla la tramontana, el cielo se tiñe de dorado y las olas se funden en espuma al golpear contra las rocas es una experiencia tan memorable como inspiradora.

4. Su bahía es espectacular por fuera y… por dentro. Un paseo en barco con parada en lugares estratégicos para hacer snorkel y disfrutar de su increíble bahía submarina: acantilados hundidos en el mar que forman cuevas subacuáticas en las que el color turquesa adquiere otra dimensión.

5. Tierra, mar y aire unen sus fuerzas en este rincón de Mallorca para deleite de sus visitantes: el Cabo de Formentor. En el que es literalmente el fin de Formentor, más de 200 metros de acantilado y vertiginosa caída hacia el mar hacen de este lugar el más fotografiado de la zona. Su perspectiva más conocida es la que se avista desde el mirador de El Colomer, allí turistas y fotógrafos lo han inmortalizado infinidad de veces.

6. Tan espectacular es el faro de Formentor como el camino que hay que recorrer hasta llegar a él. La carretera que bordea el cabo tiene vistas a bosque, mar y montaña. Una vez allí, hay que dejarse llevar a otro mundo; el paraíso en tierra firme para caminar por los alrededores y disfrutar de las vistas del acantilado donde anidan halcones en invierno.

7. Frondosos son los caminos de la sierra de la Tramontana: no es casualidad que se la conozca como el pulmón verde de Mallorca. A las puertas de Formentor, la Tramontana esconde kilómetros y kilómetros de paz y naturaleza: un sueño hecho realidad para los amantes del senderismo.

Porque el reconocimiento como “maravilla” sólo lo reciben los lugares capaces de suscitar una admiración sin precedentes, y Formentor es capaz de despertarla, como mínimo, siete veces.

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